“Las víctimas tienen que ser nuestra prioridad. Tienen que ser amparadas y defendidas”. Así se ha expresado ante el rey Felipe VI la teniente fiscal del Tribunal Supremo, María Ángeles Conde, en su discurso de apertura del año judicial celebrado en el Salón de Plenos del Tribunal Supremo. En sustitución del Fiscal General del Estado, Álvaro García, Conde ha recordado que el testimonio de las denunciantes es “en muchas ocasiones imprescindible para la persecución de delito, y no debe significar una carga, un elemento violento o desgarrador. No son las víctimas las que se tienen que adaptar al proceso o a la justicia: somos nosotros quienes debemos adaptarnos a ellas y a sus necesidades”.
Las palabras de Conde hablan en abstracto, pero llegan después de que antes de verano se conociera la noticia de que dos denunciantes de abusos sexuales habían alcanzado un pacto prejudicial con sus respectivos violadores para evitar el calvario judicial y la revictimización que supone a día de hoy para muchas mujeres tener que someterse a un juicio. No son las únicas, en un fenómeno que se sucede por el miedo de las víctimas a pasar por un proceso de contraste y reiteración de su testimonio.
Es por eso que la portavoz de la Fiscalía en el acto ha apostado por cuestiones como “la reparación integral, la evitación de la victimización secundaria mediante mecanismos como la preconstitución probatoria [...] o las medidas de apoyo y acompañamiento”. Es decir, que desde el ministerio público se apuesta por aprobar medidas como las declaraciones previas para las víctimas que sirvan como prueba en todo el procedimiento, sin que sean llamadas de nuevo a declarar en el juicio. “Nos ponemos también a disposición del legislador para explorar juntos este camino en beneficio de ellas”. “Resulta absolutamente imprescindible abundar en la formación en perspectiva de género y llevar esta, de manera transversal, a todos los ámbitos y jurisdicciones”.
Conde ha tenido en los primeros compases de su discurso unas palabras de agradecimiento para los 2.613 fiscales que forman el cuerpo (“La Fiscalía solo se puede entender como una colectividad”) y ha recordado a las víctimas de la invasión rusa de Ucrania y ha alertado sobre el alza de los delitos contra la libertad sexual cometidos por menores, “lo que sin duda nos debe llevar a una reflexión como sociedad”.
La representante de la Fiscalía ha señalado además el riesgo creciente que suponen las redes sociales: “La velocidad con la que la información se difunde, la facilidad para viralizar y la perdurabilidad del entorno en línea entrañan situaciones de riesgo que en ocasiones resultan difíciles de combatir, aumentando el daño a las víctimas. La colaboración institucional para combatir estas conductas es esencial”.
Conde ha remarcado el compromiso de la Fiscalía con los más vulnerables, con las personas mayores y en situaciones comprometidas, con el cambio climático y ha destacado el papel del ministerio público como “motor de cambio social, para la construcción de una sociedad más igualitaria e inclusiva, para hacer realidad una convivencia en libertad, respeto y tolerancia”.