Echenique vuelve a la carga. Han pasado dos años y medio de legislatura y las obras en el hemiciclo que él mismo y su partido solicitaron para que pudiese ejercer su labor como portavoz como el resto de dirigentes políticos no han empezado. Ahora, justo cuando comienza un nuevo periodo de sesiones en el Congreso, el político morado insiste. Ha enviado una carta a la presidenta del Congreso en la que le pide que retome el proyecto de reformas para adaptar el salón de plenos a las personas que como él tienen la movilidad reducida. "La situación actual es sencillamente inaceptable", denuncia en la misiva.
El portavoz quiere sentarse en su escaño junto a su grupo parlamentario y poder intervenir en las sesiones desde allí, la segunda fila. Ahora mismo Echenique, que sufre atrofia muscular espinal, sigue los plenos desde su silla de ruedas que sitúa delante del banco azul del Gobierno. Tampoco puede acceder a la tribuna de oradores por lo que interviene desde el centro del hemiciclo donde coloca un pequeño atril.
Echenique reclama a Batet la posibilidad, en el tiempo que queda de legislatura, de "adaptar algún escaño" en la fila de portavoces parlamentarios (la segunda situada detrás del banzo azul del Gobierno) al igual que en la tribuna de oradores para que pueda ejercer su trabajo en "igualdad de condiciones con el resto de portavoces y no sea objeto de discriminación".
El diputado relata que un portavoz que se desplace en silla de ruedas y no pueda bajarse de ella solo tiene dos opciones: o llevar su actividad desde la última fila, -la conocida como "gallinero", "apartado de su propio grupo parlamentario y teniendo que subir por el montacargas de la cafetería" o situarse "como vengo haciendo yo desde el principio de la legislatura abajo del todo, en el medio del hemiciclo, justo por delante de la bancada del Gobierno sin escaño físico y separado también de su grupo".
Echenique destaca que ha tenido que trabajar toda su vida haciendo frente a "numerosas dificultades", y por lo tanto, es "perfectamente capaz, en lo personal", de llevar a cabo su labor parlamentaria en esas condiciones, pero subraya que la situación va más allá de su persona. "El asunto es si la sede de la soberanía popular, en la cuarta economía de la zona euro, en pleno siglo XXI, va a facilitar las condiciones materiales para que no se ejerza discriminación sobre diputados electos con discapacidad que pueden llegar a ser portavoces de su grupo o no lo va a hacer", plantea.
Para Echenique no son aceptables los argumentos que han señalado algunos informes técnicos que alegan que esa obra podría afectar al patrimonio histórico de la Carrera de San Jerónimo. "El patrimonio histórico no está por encima de los derechos de las personas, y además, entiendo que los informes no son vinculantes, Entiendo que el congreso tiene la soberanía necesaria como para tomar la decisión política más sensata concurriendo las razones que concurren", sostiene en la carta.
Escribe además que una posible solución para que él como portavoz pueda ejercer su labor parlamentaria en condiciones de igualdad con el resto sería que otros portavoces como el socialista Patxi López, la popular Cuca Gamarra y todo los demás "llevaran a cabo su trabajo desde un escaño en el gallinero y que todos los diputados utilizaran la pequeña tribuna de oradores portátil en el medio del hemiciclo".
"No me parece la solución más sensata, y desde luego, no sería la que elegiría yo, pero, si todo lo demás fuera imposible o contario a derecho -o las dos cosas-, esto por lo menos haría que podamos mirar a la cara a cualquier ciudadano que nos pregunte como puede ser que todavía estemos así en el año 2022 en el Congreso de los Diputados". Son sus últimas frases a Batet. Este jueves se verán las caras porque se reúne la Junta de Portavoces en el Congreso.