Una vicepresidenta y tres ministros han salido públicamente un 9 de agosto para defender el plan energético del Gobierno que ha entrado en vigor esta pasada noche. El rechazo del PP con Isabel Díaz Ayuso abanderando la rebelión popular ha provocado que Moncloa contraataque cuestionando el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo. "Quien manda en el PP es Ayuso", han repetido como un mantra los ministros para meter el dedo donde más le duele al presidente del Partido Popular.

Todos afean que fue el propio Feijóo el que hace 15 días reclamó un plan de ahorro que consideraba "imprescindible" y que ahora se ha visto arrastrado por la presidenta madrileña que una vez más se pone al frente de una batalla política contra Pedro Sánchez, demuestra que va por libre y pone en apuros al líder nacional. Fue ella la primera en protestar y proclamar que "¡Madrid no se apaga!", la única que amagó con no cumplir el decreto y la única que acudirá al Tribunal Constitucional con el argumento de que el texto aprobado en el Consejo de Ministros invade competencias.

Ningún otro barón del PP ha optado por ese camino aunque Andalucía, Galicia, Castilla y León y Murcia solicitaron formalmente la retirada del texto en la reunión que mantuvieron sus consejeros con la vicepresidenta tercera Teresa Ribera. Todos lo acatarán aunque se quejan de falta de diálogo, improvisación y escasez de medios para garantizar su cumplimiento. En su decisión de acudir a los tribunales Ayuso solo ha recibido el respaldo explícito de los consejeros de Vox en Castilla y León que han presionado también al presidente Mañueco para seguir la estela de la dirigente madrileña.

La posición política la ha marcado el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. Reprocha a los populares que una vez aprobado el decreto "habló la que manda en el PP y desautorizó por completo al señor Feijóo" en referencia a Isabel Díaz Ayuso. Bolaños ha apremiado al líder del PP a tomar una decisión y elegir entre "estar con Europa" o en una oposición "obstruccionista, del no a todo, destructiva, insolidaria e irresponsable". "Señor Feijóo ¿está usted en condiciones de decidir cuál es la posición del PP y de estar de la mano de Europa o tiene usted que preguntar a la que manda en el PP?", ha preguntado el ministro.

Mensaje calcado al del titular de Cultura, Miquel Iceta. "En el PP van cambiando de líderes, pero quien manda es Ayuso. Antes parece que tenían uno que era Casado, ahora Feijóo, pero quien manda en el fondo es Ayuso". Iceta lamenta que el principal partido de la oposición no tenga una postura común "razonable y sensata" en vez de tirarse "al monte arrastrado por quien manda de verdad". La ministra de Justicia, Pilar Llop, ha pedido a Feijóo que ponga "orden" dentro de su partido porque de lo contrario parecerá que existe "un problema de liderazgo" en el PP.

Es la ofensiva del Gobierno para poner en entredicho la autoridad del dirigente gallego que durante estos días no se ha prodigado en los medios salvo para exigir a Pedro Sánchez la convocatoria de una Conferencia de Presidentes.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha rebelado que los consejeros de las comunidades del PP que asistieron a la reunión de la Conferencia Sectorial de Energía de este lunes no plantearon ninguna duda ni tampoco pusieron encima de la mesa ninguna propuesta porque, a su juicio, "había una voluntad clara de imponer una retirada".

Ha recordado que Ayuso salió de inmediato para decir que Madrid no se apagaba cuando "nadie había pedido apagar Madrid", luego los populares se quejaron de que había dudas y el decreto era confuso, que solicitaron en primer lugar una reunión técnica y luego exigieron "ministros". Una auténtica "escalada", según la vicepresidenta, que demuestra la irresponsabilidad del PP. Ribera, que recalca una y otra vez que la aplicación del decreto es flexible, ha admitido que de momento será complicado establecer sanciones y multas para quienes lo incumplan: "No se pretende sancionar, se pretende encauzar".

Considera que nadie va a "imponer multas rápidamente" y afirma que las comunidades autónomas deberían contar con los equipos necesarios que vigilen el cumplimiento del decreto. Es la queja de muchas administraciones, la falta de medios. Aún así sostiene que habrá un margen de tiempo, que no especifica, para la aplicación de las medidas en todos los sectores. No cree la ministra que haya una voluntad de "insumisión generalizada" y confía en que todos los gobiernos serán responsables porque saben que las normas están para cumplirse.

En el Gobierno no le ven recorrido al recurso de inconstitucionalidad que presente Madrid ante el TC. "No estamos preocupados, porque ya es aplicable", sostiene la ministra de Justicia. "Trabajo tienen los abogados de la Comunidad de Madrid para poner de pie toda la colección de mentiras que se han dicho y convertirlo en un escrito que no haga enrojecer a la presidenta", añade Bolaños.

Por lo demás, el Gobierno despliega pedagogía sobre las bondades del decreto. El ministro de la Presidencia subraya que es un plan "pactado" con Europa, que ha recibido una altísima valoración y que es "necesario, razonable y equilibrado". Destaca además que es respetuoso con nuestro modo de vida porque son medidas de "puro sentido común" a diferencia de otros países que han aprobado planes más severos, más restrictivos y con más incomodidades para los ciudadanos. El Ejecutivo confía en que el decreto conseguirá que España ahorre un 7% de energía.