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El Partido Popular y sus barones autonómicos han dejado de momento sola a Isabel Díaz Ayuso en su 'rebelión de los escaparates'. Al grito de "Madrid no se apaga" Ayuso ha abierto un nuevo frente en su guerra permanente contra el Gobierno de Pedro Sánchez. La presidenta madrileña se niega a implementar en la comunidad el plan de ahorro energético aprobado este lunes por el Ejecutivo, amaga con recurrirlo ante el Tribunal Constitucional y ha dicho que no apagará la luz de los edificios públicos y de los escaparates de la región porque "espanta el turismo" y "genera inseguridad". Eso mientras arremete una vez más contra Sánchez. "Provoca oscuridad, pobreza, tristeza, mientras el Gobierno tapa la pregunta: ¿qué ahorro se va a aplicar a sí mismo?", insistía desde las redes sociales nada más conocerse el paquete de medidas que impulsa el Gobierno para alcanzar el compromiso con Bruselas de una reducción voluntaria del 7% en el consumo de gas.
Ayuso es la primera dirigente popular que se rebela contra el "decretazo" del Ejecutivo pero no hace ni dos semanas que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, exigía a Sánchez un plan de ahorro energético que "limitara" el uso de la calefacción o del aire acondicionado para evitar posibles cortes de gas este invierno. El 21 de julio Feijóo aseguraba que esto era "imprescindible" y reclamaba a los ayuntamientos ahorrar en alumbrado por las noches.
"Me parecen bien los planes de ahorro energético que señalan límites para activar los aires acondicionados y límites para activar en invierno la calefacción. Debemos bajar el consumo energético innecesario. Debemos pactar con los ayuntamientos un ahorro en alumbrado eléctrico nocturno para prepararnos ante eventuales cortes o disminuciones de energía", pedía Feijóo, Justo lo contrario de lo que defiende Ayuso que se niega a apagar las luces por la noche aunque eso en principio se escapa a sus competencias. "¿Te imaginas la Gran Vía apagada desde las diez de la noche?", se preguntaba ayer su vicepresidente Enrique Ossorio sin ofrecer soluciones alternativas.
El hombre de confianza de la presidenta madrileña asegura que piensan estudiar a fondo el decreto del Gobierno para ver "si es Constitucional" y llevarlo a los tribunales. "Todo aquello que nos parezca negativo para los madrileños y para los españoles, la Comunidad de Madrid, dentro de su ámbito de competencias evidentemente no lo va a aplicar", insistía ayer Ossorio que niega que sean insumisos mientras desde el Gobierno les llaman de todo. "Frívolos", "egoísta", "insolidaria" y hasta "casposos", mientras recuerdan que es Bruselas quien obliga a ahorrar..
El Madrid de Ayuso no da un paso atrás pero el resto de comunidades autónomas del PP no dan señales favorables a apuntarse a esa guerra con ella. Al menos de momento. La todopoderosa Andalucía de Juanma Moreno y el mayor y mejor aliado de Feijóo, le pedía ayer mismo a la baronesa madrileña "cumplir las normas" y se desmarcaba de esta nueva batalla. "Con independencia de que alguien lo recurra, un recurso no exime de su cumplimiento. Las normas son las normas, aunque cada uno es libre de tomar las iniciativas que crea oportunas en los tribunales", recordaba el consejero de presidencia Antonio Sanz. Andalucía no se plantea como Madrid recurrir el decreto, muestra cautela, y se limita a lamentar que Moncloa se lo haya impuesto a comunidades y ayuntamientos si consensuarlo antes con ellos.
Tampoco está en los planes de Murcia acudir a los tribunales aunque sí estudiarán su margen competencial "y en función de eso, las aplicaremos", explican a este diario fuentes del Gobierno de Fernando López Miras. "Nos parecen unas medidas improvisadas, cosméticas e intervencionistas que vuelven a entrar en la libertad de los ciudadanos y de las empresas, con afecciones seguras al comercio, al turismo y a la hostelería", anticipan esas mismas fuentes. Castilla y León y Galicia directamente han dado la callada por respuesta dejándola sola.
Eso mientras Génova hace equilibrios para no desautorizar a su baronesa más díscola y no entrar en contradicción con lo defendido por Feijóo hace sólo dos semanas. "Entendemos la desesperación y el enfado por los bandazos del Gobierno", asegura a NIUS el número tres del partido, Elías Bendodo. El PP contraataca acusando a Sánchez de "frívolo" y le recriminan falta de diálogo con el resto de administraciones y reclaman un plan serio para ahorrar energía. "Sánchez está entregado a la frivolidad. Un plan energético serio de un país serio no puede limitarse a decirle a la gente que suba el aire acondicionado, que baje la calefacción, que apague los escaparates y se quiten las corbatas. Un país serio toma medidas de calado y no estas frivolidades. Es una provocación para las familias que lo están pasando mal", decía ayer Bendodo.
El alcalde de Madrid tampoco ha salido a cerrar filas con Ayuso. Desde el entorno de José Luis Martínez-Almeida confirman a NIUS que en lo que están ahora es en estudiar el decreto y recuerdan que ellos ya implementaron un 'plan de eficiencia' hace un mes ante el horizonte de un invierno muy duro.
Los populares quieren que Sánchez copie las medidas de Francia o Alemania para ahorrar por si Putin corta el grifo. Medidas como apagar sus edificios más emblemáticos y los semáforos o no poner la calefacción por encima de los 20 grados, y que no parece muy distintas a las implementadas por Moncloa.
En diciembre pasado la Comunidad de Madrid hizo público su particular "Plan de contingencia' contra un posible apagón. Un protocolo en el que se invitaba a ciudadanos a proveerse de velas, pilas, generadores eléctricos, baterías, receptores analógicos de radio y alimentos básicos, como se ha encargado de recordar los partidos de la izquierda.