La batalla judicial de Juana Rivas, tras la reciente sentencia del Tribunal Supremo que ha fallado a su favor y contra la demanda de su ex marido. El abogado de la llamada 'madre de Maracena', ha presentado una querella por presunto "maltrato institucional" contra el titular del Juzgado de lo Penal 1 de Granada, el magistrado Manuel Piñar, que la condenó a cinco años de prisión por la sustracción de sus dos hijos menores de edad después de que se los llevara de Italia en 2016 sin permiso paterno.
La querella, interpuesta ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), se presenta por un delito continuado de prevaricación judicial y atentado contra la integridad moral (maltrato institucional) por las supuestas "ilegales decisiones" adoptadas por el juez "durante la tramitación de la ejecutoria", según el comunicado de los abogados de Juana Rivas.
El caso de Juana Rivas llegó hasta el Tribunal Supremo, que rebajó de cinco a dos años y medio la pena de prisión y que finalmente fue indultada por el Gobierno en noviembre del 2021.
Los abogados de Rivas acusan al juez Manuel Piñar de tramitar el expediente de indulto "careciendo absolutamente de competencia para ello" y "con la única intención de informar negativamente" con "absoluta parcialidad, alterando intencionadamente la realidad y ocultando la propia existencia de ese expediente a la defensa".
"En efecto, sabiendo perfectamente que la sentencia condenatoria firme que se despachaba en la ejecutoria de Juana Rivas fue dictada por el Tribunal Supremo, ha usurpado las atribuciones de nuestro más alto tribunal, dando lugar a la existencia de dos expedientes de indulto paralelos: uno debidamente informado por el Tribunal Supremo, y otro al que jamás debió darse curso, y que fue informado con manifiesta parcialidad por el querellado", afirman desde el equipo jurídico de Rivas.
El abogado de la madre de Maracena explica que para comprender la "ausencia de imparcialidad" del magistrado debe tenerse en cuenta que Juana Rivas le conocía desde hace años, dado que era amiga de las hermanas del magistrado -una de ellas llegó a asesorar jurídicamente a la expareja de la mujer.
La defensa de Rivas, acusan además, que las decisiones de Manuel Piñar se amparan en "tres absolutas falsedades", entre ellas que la querellante no se había arrepentido de su conducta, cuando según el abogado consta lo contrario en los informes penitenciarios "e incluso reconoció su error en medios de comunicación".
La otra "falsedad" es que había reiterado la conducta de sustracción de menores en el extranjero, "cuando la realidad es que no tiene ningún otro procedimiento en ningún país del mundo", y la tercera y más grave, es que dice, que Rivas "habría permitido el abuso sexual de uno de sus hijos", una acusación, agrega el letrado, "tan infundada y cruel" que constituye un atentado contra la integridad moral de la mujer.