Ryanair ha cancelado este jueves hasta las 9.00 horas siete vuelos y otros 21 han salido con retraso debido a la huelga de tripulantes de cabina de pasajeros (TCP), según han informado los sindicatos. El aeropuerto de El Prat es el más afectado por las cancelaciones, con dos salidas y dos llegadas, mientras que el de Madrid registra cancelaciones en un vuelo de salida y otro de llegada, sumado a otro vuelo con llegada en Málaga.
En cuanto a los retrasos, el más afectado sigue siendo El Prat, que registra cinco en salidas y tres en llegadas, y le siguen el de Palma, con una salida y tres llegadas, y el de Málaga, dos salidas y una llegada. Se trata de la tercera jornada de huelga de un total de 12 convocadas por USO y Sitcpla para forzar a la aerolínea a volver a negociar un convenio colectivo. Los sindicatos ya convocaron otras seis jornadas a finales de junio.
Concretamente, los paros de 24 horas se llevarán a cabo del 12 al 15 de julio, del 18 al 21 julio y del 25 al 28 de julio en los 10 aeropuertos españoles en los que opera Ryanair (Madrid, Málaga, Barcelona, Alicante, Sevilla, Palma, Valencia, Girona, Santiago de Compostela e Ibiza). Así lo han señalado en un comunicado. Además, este 15 de julio se retoma la huelga convocada por USO para los TCP de EasyJet de las bases de Málaga, Palma y Barcelona, que se extiende hasta el domingo 17 y volverá el próximo viernes 29, según han informado.
Ante las nuevas jornadas de huelga, muchos se preguntan si sus viajes y vacaciones se verán afectados. En el caso de los clientes de Ryanair, será la propia aerolínea la que informe a los usuarios que se vean afectados por los parones. En cualquier caso, los pasajeros pueden conseguir más información de los vuelos a través de la página oficial.
Las cancelaciones de vuelos por una huelga no son una circunstancia extraordinaria, por lo que la aerolínea está obligada a pagar compensaciones por la cancelación del vuelo si no ha avisado de la misma con, al menos, 15 días de antelación. Estas compensaciones serán en función de la distancia del vuelo cancelado. La mínima es de 250 euros y la máxima de 600 euros.
Para reclamar la devolución basta con rellenar una hoja de reclamaciones de la propia compañía, o también puede hacerse a través de un escrito a AENA en el que se deberá adjuntar copias de los documentos que demuestren lo sucedido como billetes, justificantes o facturas.
En caso de cancelación, el pasajero tiene derecho a elegir entre el reembolso del billete o que la compañía le proporcione un transporte alternativo hasta el destino final lo más rápidamente posible. En caso de elegir el transporte alternativo, la compañía debe buscar la opción más rápida. Por ello, no puede ofrecer únicamente plazas en vuelos propios, o uno o varios días después si existen plazas disponibles en otras compañías en ese mismo día.
El transporte alternativo es hasta el destino final y es responsabilidad de la compañía abonar el mismo, por lo que ésta no puede pedir al pasajero que adelante el coste de dicho transporte. Los pasajeros cuentan con el recurso de la vía judicial para solicitar una indemnización por daños y perjuicios y pueden ejecutarlo en cualquier momento del proceso.