El rey emérito ha anulado por sorpresa su segundo viaje al municipio pontevedrés de Sanxenxo, en Galicia, previsto para este fin de semana. Sus amigos aseguran que lo hace por motivos "estrictamente" personales, pero a nadie se le escapan ni las críticas que recibió durante su primera estancia, hace poco más de dos semanas, ni la incomodidad que esa visita provocó en la Moncloa y en la Zarzuela.
El exmonarca quería disputar la regata rey Juan Carlos que comienza el viernes y revalidar el título de campeón del mundo en su categoría, pero ya ha comunicado a través de una nota que no podrá asisitir. Así lo ha confirmado su amigo íntimo, el empresario y regatista, Pedro Campos.
Es cierto que el poco movimiento de los últimos días hacía presagiar que está podía ser su última decisión. De todas formas, la regata se disputará en la ría de Pontevedra entre el viernes y el domingo. No estará Don Juan Carlos, pero la tripulación del Bribón competirá para mantener ese título de campeón del mundo.
El 19 de mayo, el rey aterrizaba en Vigo en avión privado. Llevaba casi dos años sin pisar España y lo hizo entre vítores en Sanxenxo. Allí le esperaban sus íntimos y numerosos ciudadanos. "Bienvenido", le gritaban. En la localidad gallega estuvo tres días y la abandonó pensando que regresaría este 10 de junio, es decir, este fin de semana. Así lo confirmaba también Pedro Campos en esos momentos, pero no será así.
Dona Juan Carlos ha enviado una nota a sus allegados alegando "razones estrictamente personales" para no hacerlo. El contexto, una larguísima reunión con el rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela. Fue después de Sanxenxo y antes de regresar a Abu Dhabi. Además, hubo reacciones políticas que se sucedieron esos días. Una visita aplaudida por algunos y criticada por otros por una excesiva exposición pública.