Último fin de semana de precampaña de cara a las elecciones andaluzas con la presencia de numerosos líderes nacionales. En esta fecha clave era de esperar el desembarco en Andalucía de políticos de Madrid. Y así ha sido, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la cabeza. El líder del PSOE ha continuado con duras críticas al Partido Popular, al que ha acusado de practicar la "corrupción de la democracia"; mientras que desde el PP, han achacado los insultos a la falta de ideas y miran con optimismo al futuro.
"Hemos superado pandemia. Y el volcán. Vamos a superar la guerra", ha proclamado enérgico el líder de los socialistas, subrayando la ejemplaridad de su partido, y cargando contra el PP y Vox a los que acusa de practicar la "corrupción de la democracia", la idea fuerza que intenta poner en circulación a partir de ahora.
Pedro Sánchez ha ido a Sevilla, un escenario favorable, a arropar a su candidato, Juan Espadas, en un momento en el que el PP se prodiga en guiños hacia su electorado. "No os confundáis con Juanma", alertaba el aspirante del PSOE, apuntando a su rival del PP como una tapadera de la ultraderecha.
El PP, que busca en Andalucía el primer paso para el ascenso de Feijóo, ha contraatacado acusando al PSOE de lanzarse a los insultos cuando se le "secan las ideas".
Vox, por su parte, desde una Granada que ha convertido en bandera, a raíz de 'lo de Salobreña' (la disputa por el empadronamiento a última hora de su candidata en este municipio), advierte que va a por todas. Santiago Abascal presume de que las políticas de izquierda -"la porquería" de Podemos y los independentistas, ha dicho- no le durarían a Vox ni quince minutos en caso de gobernar.
Y mientras, Ciudadanos se esfuerza en mantiene viva la moral pese a los malos augurios con los que les castigan' las encuestas. "El partido no es como empieza, es como termina", ha afirmado el candidato 'naranja' Juan Marín a la espera de un giro a su favor.