Marcela Topor es una figura que, aunque principalmente sea reconocida por su matrimonio con Carles Puigdemont, ha forjado una identidad y carrera distinguidas por su propio mérito. Nacida el 8 de septiembre de 1976 en Vaslui, Rumanía, Topor ha hecho contribuciones significativas en el ámbito del periodismo y la cultura, tanto en Cataluña como en el ámbito internacional.
Topor estudió filología inglesa en la Universidad Alexandru Ioan Cuza de Iași, una formación que cimentó su pasión por el lenguaje y la comunicación. Su carrera comenzó en el teatro, donde participó como actriz en el Festival Internacional de Teatro Amateur de Girona en 1996, evento que sería decisivo en su vida personal al conocer allí a su futuro esposo, Carles Puigdemont.
Tras su matrimonio en el año 2000, Topor se dedicó al periodismo, convirtiéndose en la editora de "Catalonia Today", un medio en inglés que busca conectar la cultura catalana con la audiencia angloparlante global. Su trabajo no solo ha sido una plataforma para promover la cultura catalana, sino también un vehículo para discutir temas políticos y sociales cruciales que afectan a Cataluña y a su proceso independentista.
Además, Topor ha sido presentadora del programa "Catalan Connections" en El Punt Avui TV, donde entrevista a extranjeros residentes en Cataluña, explorando sus historias y la interacción entre sus culturas nativas y la catalana. Este rol subraya su habilidad para fomentar el diálogo intercultural y su interés en mostrar una Cataluña abierta y plural.
La vida personal de Topor ha estado profundamente entrelazada a las turbulencias política que ha tenido que afrontar su esposo. El exilio de Puigdemont ha sido un período de prueba para la familia, y Topor ha hablado abiertamente sobre los desafíos emocionales y logísticos que ha implicado. Su fortaleza y resiliencia han sido fundamentales para mantener la estabilidad de su familia durante este tiempo tumultuoso, destacando su papel no solo como apoyo personal de Puigdemont sino también como una figura de resistencia en su propio derecho.
En entrevistas, ha reflexionado sobre el impacto del exilio en su percepción de la política y la democracia, destacando cómo la experiencia ha expuesto las disyuntivas en la narrativa española sobre Cataluña y ha ayudado a internacionalizar el caso catalán. Estas experiencias han fortalecido su convicción en la lucha por la independencia catalana y en la importancia de mantener viva la conversación sobre los derechos y libertades en Cataluña.
Marcela Topor representa un ejemplo de cómo las adversidades pueden transformarse en una plataforma para el activismo y el compromiso cultural. Su vida refleja una mezcla de dedicación personal y profesional que resalta la complejidad de la situación catalana y la profundidad de las convicciones que la sostienen. A través de su trabajo y su vida, Topor sigue siendo una embajadora vital de la cultura y política catalanas, enfatizando la riqueza y la resistencia de esta comunidad en el escenario mundial.