En algunas zonas del interior de Estados Unidos van a pasar del verano al invierno en un día. La culpa de este cambio que apenas deja margen para el cambio de armario será de una masa polar que se va a descolgar desde latitudes muy elevadas y podrá incluso dejar nieve en ciudades como Denver. Se avecina un desplome de los termómetros ¡de hasta 35ºC!
El cambio de tiempo llega el martes, pero lo más curioso es que todavía el lunes va a hacer en Wyoming, Colorado, Utah y en prácticamente todos los estados del oeste de Estados Unidos entre 32 y 35 grados. Hay que parpadear dos veces al ver la previsión para creerlo: en 24 horas la temperatura máxima esperada es de apenas 3ºC por ejemplo en Denver, una de las ciudades más conocidas de esta región de EEUU, aunque si nos fijamos por ejemplo en Cheyenne, capital de Wyoming, la máxima va a caer de casi 30ºC a 1ºC bajo cero.
*Anomalía de la temperatura a 850 hPa el lunes y martes según el modelo GFS / Tropical Tidbits / Giphy
“Una potente tormenta de invierno a principios de temporada traerá nieve y temperaturas frías a Front Range a partir del martes temprano y continuará hasta el miércoles”, es una de las advertencias que el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) está difundiendo en Boulder, a apenas 40 km de Denver. Las temperaturas serán gélidas y “traerán una helada intensa al noreste de Colorado”, ha añadido.
Esta situación no solo se trata de algo muy poco frecuente en los primeros días de septiembre, sino que además se va a producir al día siguiente de emitirse avisos por las condiciones de calor y sequía en estas regiones, algunas dentro de las llamadas ‘Grandes Llanuras’. Esto supone un riesgo más acentuado para la población porque puede pillar desprevenidos a muchos.
Aunque no es inédito, puesto que, como recuerda la web de meteorología ‘Severe Weather’, se han producido (de manera muy espaciada) episodios similares con anterioridad. Toma el ejemplo de Denver: “La ciudad de Denver registró una temperatura máxima de 28,2ºC el 9 de octubre de 2019. Solo ocho horas después, se produjeron fuertes nevadas” publica. Antes de aquel temporal, hay que rebuscar en la década de 1990 para encontrar algo semejante: “Otro evento fue el 12 de septiembre de 1993. La temperatura más alta en Denver fue de 33,3ºC y luego, menos de 36 horas después, se acumularon 14 cm de nieve”. Antes de aquello, el último gran desplome al final de verano/comienzo de otoño fue en 1974. Sí es algo más normal encontrar nevadas hacia estas fechas, en cambio, en las Montañas Rocosas del noreste estadounidense.
En cuanto a los motivos, parece que un descuelgue de la corriente en chorro, con la ayuda de una perturbación en el flujo de latitudes medias, será responsable de arrastrar ese frío anómalo. En capas medias y altas de la atmósfera y en la superficie, las temperaturas serán entre 15 y 20 grados centígrados más bajas de lo normal (tomando por 'normal' el promedio del periodo de referencia, 1981-2010) el martes y miércoles, aunque en muchas zonas el ‘invierno’ adelantado no se retirará hasta el final del viernes.
El físico Juan Jesús González Alemán ha ido más a la raíz del episodio: “¿Cómo es posible que se deba al tifón Maysak?”, tuiteaba hace unos días. El ciclón tropical que ha afectado al Pacífico occidental, a unos 10.000 kilómetros de Colorado, ha influido en su fase de debilitamiento o transición extratropical en el flujo de latitudes medias, creando esas ondulaciones evidentes en la corriente de vientos que ha arrastrado frío anómalo a Estados Unidos, ha explicado en un hilo de Twitter.