'Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo'. Cuando llega el primer arreón veraniego del año intentamos no tener en cuenta mucho el refrán, pero lo cierto es que suele acertar. Y, de hecho, en el caso de esta semana, parece que las predicciones marcan un importante cambio en la dinámica atmosférica a partir del jueves.
En concreto, pasaremos del sol y los cielos azules a unos días de mucho más frío de lo normal, con un marcado descenso de los termómetros, importantes tormentas en la mitad norte, así como nieve en zonas de montaña.
Este nuevo cambio de tiempo tiene su origen en alejamiento del anticiclón hacia Escandinavia, unido al acercamiento por el Atlántico de una vaguada. Dicho anticiclón llegó a nuestras vidas gracias a la formación de una dorsal en África, es decir, una elongación de las altas presiones que ascendieron desde el continente vecino hacia nuestras latitudes.
Al final, terminó convirtiéndose en un anticiclón y se situó en las islas británicas, haciendo de barrera meteorológica del paso de borrascas en nuestro país. Además, dada su posición, se fomentaba la entrada de aire de componente este (recordemos que los anticiclones 'giran' en sentido de las agujas del reloj, con lo cual el viento entraba por el este; dicho viento enfría la costa del Levante pero al pasar los sistemas montañosos pierde humedad y recalienta las regiones al oeste del país).
Pero la posición del anticiclón no se va a mantener por más tiempo, sino que va a continuar su camino hacia Escandinavia. A su vez, las bajas presiones harán lo propio por el Atlántico, con una vaguada que se va a ir aproximando hacia nuestro país. Justo para entonces tendrá lugar una ciclogénesis, es decir, la formación de una borrasca que al tocar tierra en nuestro país a partir del próximo jueves se producirán las primeras tormentas tras el episodio veraniego. Estas lluvias afectarán especialmente al norte peninsular.
Junto a la entrada de la borrasca se producirá una incursión de aire frío a 850 hPa (1500 metros), que supondrá un enfriamiento importante en el ambiente y un desplome de los termómetros. Se estima que en menos de 24 horas las temperaturas bajarán hasta 14 grados entre el jueves y el viernes.
*Imagen: variación y previsión de temp. desde el lunes hasta el sábado / Aemet
Algunos ejemplos del desplome lo encontramos en Madrid –pasaremos de 30ºC a 18ºC–, Toledo –de 32ºC a 21ºC–, Ciudad Real –de 30ºC a 19ºC–, Palencia –de 26ºC a 15ºC– o Valladolid –de 27ºC a 15ºC–. No hay más que ver el mapa de anomalías de máximas: en todo el país estaremos con valores muy por debajo de lo normal.
La mezcla de aire frío con la borrasca dará como resultado también algunas nevadas en las zonas de montaña. Es probable que estas tengan lugar durante el fin de semana, sobre todo en las montañas de la Cordillera Cantábrica y Pirineos.
En cuanto a las tormentas, serán más probables cuanto más al norte nos encontremos, siendo según las predicciones el viernes el día más lluvioso y frío de toda la semana.
En total, y teniendo en cuenta lo que va a llover, se espera que hasta el domingo los acumulados más importantes se recojan en el cuadrante noreste peninsular y puntos del sistema Ibérico. También lloverá con cierta intensidad en el resto del Cantábrico, mientras que no se espera ni una gota en toda la mitad sur del país.
En conclusión, prepara el paraguas y el jersey para los próximos días y no te confíes por estos cielos azules y veraniegos: tienen los días contados.