El ahorro de agua es una necesidad y no sólo para la economía doméstica, lo es porque de ello depende la sostenibilidad del planeta. Algunos consejos, como es el del uso eficiente de los electrodomésticos, se han convertido en hábito en la mayoría de los hogares, pero hay muchas otras maneras (algunas muy económicas) de evitar el despilfarro de agua: colocar perlizadores y atomizadores en los grifos, elegir sistemas de descarga interrumpible en el inodoro, usar cabezales de bajo consumo en la ducha… Recopilamos los mejores sistemas de ahorro de agua para toda la casa y recordamos esas buenas costumbres que deberían convertirse en hábito por el bien de todos.
Perlizadores y atomizadores: misma eficiencia con menos caudal
El funcionamiento de estos dispositivos consiste en romper el chorro de agua y mezclarlo con aire, de manera que con menos caudal se consigue aumentar su volumen. No solo se puede conseguir una reducción del consumo de agua hasta en un 70%, también la energía para calentarla. Basta con sustituir el filtro que trae de serie el grifo y enroscar el perlizador o atomizador para reducir el gasto de manera inmediata. Existe otro sistema que es el reductor de caudal, pero realmente no hace nada diferente a lo que puedes conseguir cerrando un poco la llave de paso.
En un nivel más sofisticado está el sistema Aquareturn, un dispositivo que mediante un circuito cerrado que devuelve el agua fría a la caldera, ayuda a ahorrar agua y energía pues evita que salga del grifo hasta que alcanza los 35 grados.
Del cabezal de bajo consumo a la ducha Nebia
En la actualidad se han desarrollado numerosos sistemas de ahorro de agua para la ducha, aunque uno de los más efectivos sigue siendo cerrar el grifo mientras te enjabonas. El primero, el más fácil y más económico, es sustituir el cabezal de la ducha por otro de bajo consumo cuyo funcionamiento es similar al de los atomizadores: menos caudal pero igual eficiencia. Otro sistema es el mango de ducha eco-stop, que por medio de un botón permite cortar la salida de agua y restablecerla a la misma temperatura e idéntico caudal.
La tercera posibilidad es recurrir a un grifo termostático que permite elegir la temperatura deseada de antemano evitando derrochar mientras espera a que se caliente pues si lo normal es tirar por el desagüe hasta 8 litros, con el grifo termostático sólo serán necesarios 2 litros hasta alcanzar la temperatura adecuada.
Finalmente, en un nivel de máxima sofisticación, está la ducha Nebia que nació como proyecto en KickStarter pidiendo 100.000 dólares y lleva recaudados casi 2 millones (con inversores ilustres como Tim Cook, el CEO de Apple y Eric Schmidt, director de Google hasta 2011). Esta ducha puede ayudar a reducir el consumo de agua hasta en un 70% y su secreto consiste en atomizar el agua: en lugar de comportarse como un chorro, se comporta como un spray expulsando gotitas más pequeñas que cubren una superficie hasta 10 veces más grande.
Cambios en las descargas del inodoro
Los problemas con el inodoro empiezan desde el momento en que se utiliza como una papelera. Al margen de esta mala costumbre, existen fórmulas para reducir el consumo de agua incluso cuando se hace un buen uso de aquél. Un clásico es la cisterna de doble descarga, que permite regular la salida de agua: pulsando un botón se liberan 3 litros y pulsando ambos 6 (las antiguas cisternas desaguaban 12 litros). También se pueden colocar cisternas de descarga interrumpida en las que al pulsar el botón una vez se libera agua y se para si se pulsa por segunda vez. Otra opción es utilizar un limitado de descarga, un dispositivo que cierra la válvula de salida una vez que se han descargado dos litros, aunque si no fuera suficiente, basta sujetar el tirador para que se realice la descarga completa.
Trucos y costumbres que deben convertirse en hábitos
No está de más que, además de contar con toda esta tecnología, cada ciudadano ponga de su parte. Hay que convertir en hábitos las buenas costumbres y recordar que toda el agua que se va por el desagüe (12 litros en 1 minuto) es dinero tirado y recursos malgastados, así que hay que tomar por costumbre utilizar un cuenco para lavar la fruta, cerrar el grifo durante el afeitado y el enjabonado o mientras te lavas los dientes.
Utiliza tus electrodomésticos, porque no es más económico lavar la ropa y la vajilla a mano siempre que se haga un uso eficiente de los mismos: llenarlos hasta su carga máxima. Finalmente, siempre que puedas, recoge el agua que no vayas a utilizar y úsala para regar las plantas o fregar el suelo, por ejemplo, utilizando la bolsa esferic para recoger el agua fría de la ducha y utilizarla siempre que no necesites agua potable.