Junio nos ha dejado como lo hizo mayo, con un carácter muy seco. Eso sí, este mismo mes también han llegado los cambios en la atmósfera y las bajas presiones han encontrado el camino hacia la península. ¿En qué se traduce todo esto? En precipitaciones muy cuantiosas que han llegado acompañadas de granizo sobre todo en la mitad norte del país. Curiosamente, los modelos predictivos no anticiparon el riesgo al que se exponían zonas como Navarra que se han inundado este lunes a última hora. ¿Qué ha ocurrido? Hablamos con Rosalía Fernández, meteoróloga de Mediaset, para entenderlo mejor.
La ola de calor que azotó la península hasta el uno de julio caldeó la superficie de nuestro país con más de 40ºC en puntos del centro y del valle del Ebro. Al poco tiempo, aire menos cálido entró en las capas altas de la atmósfera y, en el inicio de la segunda semana del mes, una DANA se ha paseado por buena parte de España. Estos ingredientes auguraban mucha inestabilidad.
*Imagen: Mapa a 500 hPa de previsión para la mañana del martes, 9 de julio / Aemet
"Se trata sin duda de un choque de masas de aire diferentes: una muy cálida, con temperaturas muy altas en superficie, y otra fría en altura", explica nuestra meteoróloga. Con este cruce de aire más caliente y menos denso que sube y se junta con el aire más frío se han desatado las tormentas que todavía afectan a esta hora a muchas provincias, especialmente del nordeste peninsular. "No olvidemos las bajas presiones relativas en superficie", matiza Rosalía.
En el siguiente mapa con frentes se observan estas bajas presiones en la superficie de nuestro país. Al contrario de lo que pasó durante la ola de calor de finales de junio, las altas presiones de África no llegan esta vez. Lo hacen en su lugar las bajas de Europa que están dejando también fenómenos adversos en otros países como Italia.
*Imagen: Mapa con frentes previsto para la mañana del martes, 9 de julio / Aemet
La atmósfera ha estado especialmente inestable con la llegada de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que poco a poco se retira por el nordeste. El embolsamiento de aire frío que nos ha llegado del Atlántico ha 'chocado' con el calor del 'suelo', a temperaturas que superaban los 30ºC en casi todas las provincias afectadas. "Esta es la razón clara para que se desencadenen los virulentos fenómenos con granizadas tan destacables", que en algunos casos, indica la Agencia Estatal de Meteorología, podía superar los 2 centímetros de diámetro.