Varias ciudades en el estado de Sao Paulo, en Brasil, se han cubierto de arena en la última semana por una inmensa tormenta de polvo. Las imágenes de las carreteras, calles y zonas forestales entre la bruma marrón son apocalípticas, y dan una pista del peligro que supone el fenómeno conocido como ‘haboob’ para la población.
Imponentes tormentas de arena están engullendo zonas de los estados brasileños de Sao Paulo, Mato Grosso do Sul, Goiás y Maranhao. Las ciudades más castigadas hasta el momento están siendo las del sureste del país, como Andradina, Penápolis, Dracena y Tupi Paulista.
Los meteorólogos achacan el fenómeno a las potentes ráfagas de viento que soplan estos días y que con la sequía que sufre el país agravan las tormentas. El suelo está desprotegido y el viento levanta toda esa tierra. Los fuertes vientos preceden a la temporada de lluvias en Brasil, pero estas tormentas de arena, aunque sin víctimas, están dejando cuantiosos daños materiales, árboles derribados y techos destrozados.
Las rachas de viento de hasta 100 kilómetros por hora han arrastrado tejados de viviendas, derribado árboles y postes del tendido eléctrico (dejando a algunas áreas sin energía) e incluso volcaron un camión hace unos días.