El calor empezará a dar una tregua en España a partir del domingo. El acercamiento de una borrasca traerá aire más fresco y húmedo, con lluvias que afectarán especialmente al norte, y puntualmente se extenderán al interior peninsular durante la semana que viene. No obstante, a mitad de la semana el tiempo volverá a tornarse veraniego y las temperaturas volverán a los 35 ºC en el sur.
La semana del 23 al 29 estará caracterizada por un tiempo estable, salvo en el extremo norte, y por la normalización de las temperaturas.
En el tercio norte los cielos estarán nubosos gran parte del tiempo con precipitaciones prácticamente todos los días de la semana, menos probables a partir del viernes, según la previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Serán más intensas el martes 24, cuando podrían ser fuertes y/o persistentes en el extremo oriental del Cantábrico y nordeste.
En el resto de la Península predominará tiempo estable y soleado, así como en Baleares, pero el archipiélago podrá verse afectado por un frente entre el martes 24 y el miércoles 25 que produciría abundantes precipitaciones.
En general, el centro de predicción europeo ECMWF pronostica que la semana será más seca de lo habitual para la época del año.
Las temperaturas descenderán acusadamente entre el lunes y el miércoles, pero permanecerán con valores por encima de lo normal en el tercio este peninsular y Baleares los dos primeros días del periodo.
A partir del jueves 27 comenzarán a ascender de nuevo, alcanzando el fin de semana valores en torno a 35 ºC en los valles del Guadalquivir y Guadiana.
En conjunto, la semana será más cálida que el promedio en toda España:
Al principio de la semana soplará poniente fuerte en el Estrecho y la tramontana en Ampurdán y, puntualmente, en Menorca.
En Canarias predominará el alisio, que amainará en la segunda mitad de la semana coincidiendo con un leve ascenso de temperaturas, que puntualmente podrían superar los 30 ºC. Se darán intervalos de nubes y no se esperan precipitaciones.