La temporada de ciclones en el Atlántico y el Pacífico va llegando a su fin y, cuando ya no se esperaba, una última sorpresa ha mantenido a los expertos del Centro Nacional de Huracanes (CNH) algo inquietos. Se trata de Sebastien, que se gestó como área de bajas presiones 'Invest 90L' al noreste de Puerto Rico. Actualmente, después de amagar con intensificarse a huracán de categoría 1, va perdiendo sus características tropicales en un proceso de extratropicalización rumbo a Europa. Te contamos por qué se ha producido esta transformación durante su 'viaje' transoceánico.
La temperatura del mar es un factor determinante en estos fenómenos. Sebastien empezó con un núcleo templado, en aguas de unos 27-28ºC, para después ir desplazándose en diagonal a través del Atlántico, dirección noreste. Al pasar por pleno océano abierto, en tierra de nadie, su centro ha ido perdiendo calor a medida que se adentraba en una región donde la superficie marina no alcanza los 23ºC. Este contraste ha ido afectando a sus características y ha imposibilitado que Sebastien fuera huracán.
El centro estadounidense de la NOAA suele dar por concluida la temporada de ciclones a lo largo de noviembre, porque posteriormente la superficie del mar no se encuentra lo suficientemente caldeada para dar lugar a características tropicales. El calor, o mejor dicho, la energía retenida en el océano, es el alimento de estas bajas presiones al evaporarse.
El cambio de naturaleza llega, por tanto, cuando falta el sustento –la energía– y el ciclón inicia un proceso de extratropicalización. Entre las consecuencias del nuevo fenómeno no faltan, de todos modos, la nubosidad abundante, las tormentas y el viento. Además, a diferencia de los tropicales, los 'extra' sí llevan asociados frentes, como los que nos van a seguir llegando de Sebastien a medida que se acerca a Irlanda. Habrá que ir con cuidado en las costas del norte hasta que este ciclón termine de perder su condición al adentrarse en Reino Unido y noroeste de Francia.