Las temperaturas sofocantes y la intensa humedad en Tokio están resultando insoportables para muchos deportistas durante la celebración de los Juegos Olímpicos, incluida nuestra Paula Badosa, que se vio obligada a abandonar por un golpe de calor. Se han batido algunos récords en estaciones meteorológicas, donde se han superado los 37 ºC de máxima. Pero, ¿qué medidas está aplicando Japón para enfriar la capital durante este episodio tórrido?
"El Comité Organizador de Tokio ha estado desarrollando soluciones para ayudar a los atletas y miembros del público a hacer frente a las altas temperaturas", publica la BBC. Entre otras, pintar algunas superficies y carreteras de una pintura que bloquea el sol. La creó la NASA junto con una empresa llamada Tech Traders en 1995 y, desde entonces, se ha usado en edificios de viviendas, pero nunca antes en una competición como esta.
Además, los organizadores han tenido en cuenta el papel de los distintos materiales en la amplificación o disminución del calor. Por ello, han dejado de lado el metal como el principal material de construcción y se han decantado por madera y otros recursos naturales, que a su vez facilitan el flujo del aire.
Una medida que se probó pero no se ha llevado a cabo finalmente por su inefectividad es la dispersión de nieve artificial, puesto que apenas disminuía la temperatura en la grada de los espectadores.
A pesar de todo, los Juegos Olímpicos se están viendo marcados este año por un calor extremo que está agotando a los deportistas por encima de los límites del cuerpo humano. Y al calor hay que sumar la característica humedad de la capital japonesa, que hace sudar más por lo que se llama la ‘evapotranspiración’.
La temperatura promedio ha subido alrededor de 1,5 grados desde 1964 y 2,86 desde 1900 en Japón, lo cual se amplifica aun más si tenemos en cuenta que Tokio es una ciudad y en las ciudades se produce el llamado ‘efecto isla de calor’, ya que el diseño urbano hace que los termómetros sumen algún grado adicional.