El año pasado se habló mucho de un fenómeno llamado dipolo del océano Índico (DOI) durante los incendios masivos de Australia, que coincidían con graves inundaciones en África. Pero, ¿qué tienen que ver? Este patrón oceánico, que define una oscilación en las temperaturas superficiales del mar, influye en la atmósfera, y por tanto está relacionado con lo que ocurre en su parte oriental y occidental. Nuevos estudios han comprobado que tenderá a fortalecerse con el cambio climático.
Lo llaman “El Niño indio” porque, como El Niño que se produce en el Pacífico, también se da en la región tropical del océano. Como su “hermano gemelo”, tiene tres fases: positiva, neutra y negativa.
Durante su fase positiva, destaca una anomalía cálida en la superficie del mar en la zona tropical occidental, que conecta con África, mientras que en su parte oriental, cerca de Java y Sumatra, las condiciones son más frías que el promedio. Este contraste altera los patrones de viento, temperatura y lluvia, como pudimos comprobar en 2019, generando -normalmente- inundaciones en África oriental y sequías e incendios en zonas de Asia y Australia.
Cuando este índice entra en su fase negativa, por el contrario, tanto las anomalías de temperatura en el Índico como las consecuencias se invierten.
Según un estudio reciente, publicado en la revista ‘Science’, el calentamiento global podría hacer que el Índico se comporte cada vez más como el Pacífico. Revertiría, indica, el patrón de los vientos que soplan de oeste a este, que son fundamentales en la regulación de la temperatura del océano.
Esto acentuaría los calentamientos y enfriamientos anómalos del Índico, influyendo en el clima ya no solo de África, Asia y Australia, sino de manera global. Además, el estudio establece que acentuaría las consecuencias que ya conocemos de sequías e inundaciones en estas regiones.