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Venimos de un invierno que empezó alentador pero se ha ido ‘desinflando’ con los meses. El ‘veranillo’ de hace un mes fue el batacazo que anunció lo que estaba por venir: semanas de tiempo anticiclónico en que las borrascas y el aire frío han esquivado nuestra geografía. Por no hablar de la nieve. Nuestras estaciones de esquí abrieron antes de lo previsto, pero han cerrado también mucho antes de lo que les gustaría. En los próximos meses, según prevé la Organización Meteorológica Mundial (OMM), tampoco saldremos de esta.
A nivel mundial, los datos son terribles. 2019 fue el segundo más caluroso en la Tierra y confirmó una tendencia al cerrar una década de "calor excepcional", definió la OMM, con menos hielo en los polos y más gases de efecto invernadero por la acción humana que nunca.
Está por ver cómo ha sido este enero, aunque está claro que en algunos países quedará para la historia. Véase Australia, que vive un verano abrasador, o el llamado el 'cuerno de África', donde la sequía ha agravado la plaga de langosta que pone en riesgo a 13 millones de personas por la inseguridad alimentaria.
El informe que analiza los eventos de El Niño o la Oscilación del Sur (ENSO) elaborado por la OMM informó de que "hay un 60% de posibilidades de que continúen las condiciones neutras de ENSO durante marzo-mayo de 2020".
Este fenómeno, ha explicado la organización, "implica fluctuaciones de las temperaturas de la superficie del océano en el Pacífico ecuatorial, junto con cambios en la circulación atmosférica". Esto influye a su vez en los patrones climáticos y está relacionado con peligros tales como fuertes lluvias, inundaciones y sequías. "El Niño generalmente tiene una influencia cálida en las temperaturas globales, mientras que La Niña tiene el efecto contrario", aclara.
Teniendo en cuenta este como factor principal, junto con otros como el Dipolo del Océano Índico, la OMM estima que los meses de marzo a mayo (primavera meteorológica) serán más cálidos de lo normal.
En cuanto a las precipitaciones, estima que serán más cuantiosas de lo normal en el Pacífico tropical central y el Océano Índico suroccidental, que se extiende hacia el este de África ecuatorial.
Por el contrario, se prevén menos generosas de lo que establece la media en el resto del Pacífico tropical occidental y extratropical, el norte de América del Sur, América Central, el Caribe y el sur de África.