Este miércoles, 2 de febrero, se celebra El Día de la Marmota en Estados Unidos y Canadá, una costumbre de hace más de cien años que predice cómo de largo será el invierno. En España también tenemos nuestra propia “marmota”: se trata del día de la Candelaria, una tradición religiosa vinculada a la luz que guarda una relación con el pronóstico del tiempo para el resto de la estación. Así será en 2022.
La tradición del Día de la Marmota era utilizada antiguamente por los granjeros para conocer el tiempo haría hasta primavera. Se celebra el 2 de febrero porque es el día intermedio entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera, aproximadamente.
La marmota Phil sale de su madriguera en el pueblo estadounidense de Punxsutawney, ubicado en Pensilvania, y hace su peculiar predicción. Si ve su sombra, la tradición dice que aún habrá seis semanas más de invierno, mientras que si no la ve y sale de su madriguera esto será indicativo de un inicio temprano de la primavera. Un método curioso pero muy poco fiable, como ya han dicho en numerosas ocasiones los verdaderos meteorólogos.
La Candelaria, por su parte, no tiene nada que ver mamíferos, sino con lo que dice el refranero. “Si por la Candelaria plora (o “llora”, es decir, si llueve), ya está el invierno fora, y si no plora, ni dentro ni fora”, dice el dicho.
El día de la Candelaria (2 de febrero) quedan aproximadamente los mismos días de invierno que los transcurridos. Al igual que con la Marmota Phil en Estados Unidos, el refrán asociado a la virgen servía a los agricultores en España para anticipar si se acercaba el momento de la cosecha.
Si atendemos a lo que dice el refrán de la Candelaria, el tiempo de este miércoles pronostica una continuidad del tiempo invernal, dado que no “no plora”. No obstante, cualquier coincidencia será mera casualidad, al igual que con la predicción de la marmota.
Según la predicción de los modelos meteorológicos, las próximas semanas tendremos temperaturas más altas que el promedio en la mayor parte de España, y precipitaciones por debajo de los valores habituales en esta época del año, lo cual alargará la sequía que atravesamos desde hace meses.