La paradoja del anticiclón: por qué cada vez hace más calor de día y más frío de noche
Es la paradoja del anticiclón: en invierno (también en verano, pero menos) los días que tenemos altas presiones las temperaturas se disparan en las horas centrales del día, y bajan de forma drástica durante la noche. Lo habrás notado si tienes que madrugar, que hace un frío que pela pero luego toda la ropa te sobra. Es un clásico.
Ahora, con el apalancamiento del anticiclón este fenómeno conocido como amplitud térmica es más evidente que nunca. Por las mañanas tenemos temperaturas que se están situando entre 5ºC y 10ºC por encima de lo normal, mientras que por la noche están entre 3 y 5ºC por debajo. Eso nos da como resultado una amplitud térmica de entre 12 y 15 grados de forma generalizada, más acusado en algunas regiones del interior peninsular, donde podemos tener entre 15 y 18ºC de diferencia, y puntualmente hasta 21ºC.
Concretamente, hablamos de Ciudad Real, este de Toledo, Cuenca, Albacete, Guadalajara, Cuenca, Madrid, Soria, Valladolid, norte de Ávila, Teriel, Córdoba, Valencia y sur de Zaragoza, aunque los amplitudes serán especialmente importantes en el interior de Castilla-La Mancha.
*Imagen: amplitud térmica prevista para el viernes, 8 de febrero / @crballesteros
El pico de mayor amplitud térmica en general será el viernes, un día en el que durante la mañana tendremos máximas de entre 15 y 20 grados en la mitad sur peninsular, así como en la costa del Cantábrico, y de noche no pasaremos de los 2ºC o 3ºC.
¿Por qué hace tanto frío de noche si hace calorcito de día?
El fenómeno que está detrás de esta amplitud térmica se conoce como ‘inversión térmica’, que consiste en que el aire frío, que pulula de forma habitual por las montañas, desciende hasta el valle debido a su mayor peso. Es como si se cambiaran las tornas: el aire frío desciende y se queda ahí postrado, y las temperaturas altas se generalizan en altitudes mayores. Y como no hay viento, ni movimiento atmosférico, permanece inerte hasta que llega un frente que desplaza ese aire frío de nievo.
Durante la mañana el sol aprieta debido a la ausencia de nubes y de viento, lo que dispara el mercurio. El resultado es claro: frío de noche, brumas al amanecer, jornadas soleadas a mediodía.
De momento, se espera que esta situación de días cálidos y noches heladoras se alargue hasta el fin de semana, cuando la llegada de un frente desestabilice un poco la dinámica anticiclónica a la que hemos estado acostumbrados, e igualará las temperaturas diurnas con las nocturnas, dejándonos tanto de día como de noche valores más propios para la época del año.