¿Te pides unas botas de montaña a los Reyes? 5 cosas en las que te tienes que fijar contra la lluvia y el frío
eltiempohoy.es
22/12/201715:42 h.La membrana: transpirable e impermeable
Es fundamental tener solucionados estos dos problemas con los pies cuando sales a la montaña, porque es la parte del cuerpo que va a estar en constante movimiento y en permanente contacto con el suelo. Los pies se pueden mojar bien porque te cales desde fuera (lluvia, charcos, nieve…), bien por falta de transpiración, de manera que la humedad no se expulsa de la bota y queda acumulada en el pie.
Para evitar esta incómoda sensación, hay que hacerse con unas botas que tengan membrana impermeable y transpirable entre el forro interno y el material externo. La más conocida es Gore-Tex, pero hay otras muchas en el mercado: Inner Plus, Out-Dry, Dri-Tec, Iso-Tec, Olan-Tex, Dry-Line… lo importante es que te asegures de que repelen el agua y expulsan la humedad. Algunas membranas sólo llevan un tratamiento repelente de la humedad, que según las condiciones atmosféricas puede ser suficiente, pero la columna de agua es más reducida.
Olvídate de las botas con aislamiento térmico, a menos que seas una persona muy friolera, soluciona este tema con un buen calcetín de lana, de Primaloft o de PolarTec.
La suela: resistencia y agarre
Otra de las partes fundamentales de la bota es la suela. Debe ser resistente para que no queden destrozadas a la primera caminata, antideslizante (lo agradecerás especialmente en días de lluvia) y con agarres de calidad: no bastan unos simples tacos, éstos deben ser Vibran o Contagrip. La suela puede ser blanda, semirígida (la más versátil) y rígida, aunque esta última se reserva para alpinismo invernal y escalada en hielo.
En pleno invierno también es importante que la bota admita crampones (una pieza metálica terminada en varias puntas que mejora la adherencia a terrenos helados o nevados). Puedes comprobarlo por las hendiduras que llevan algunas botas en la puntera y el talón (o sólo en uno de los dos extremos), aunque si eliges una bota rígida o semirígida podrás adaptar unos crampones de correas sin dificultad.
Altura de la bota: estabilidad
La elección entre caña media o alta es una cuestión de preferencias personales. Las de caña media se adaptan a casi todo tipo de terrenos, son menos pesadas y más cómodas que las de caña alta y protegen tanto el tobillo como de los elementos: lluvia, barro…. No obstante, para caminar por terrenos especialmente accidentados o húmedos, es mejor elegir botas de caña alta, que proporcionan mayor estabilidad y protección.
Para evitar lesiones, debes elegir unas botas que lleven refuerzo en la puntera, talonera y protecciones laterales. Estas protecciones no sólo evitan golpes, también sujetan el pie en los ascensos y descensos de laderas. Es mejor elegir las que llevan los refuerzos cosidos, no pegados.
Bota doble o simple
Actualmente la mayoría de las botas se usan sin calcetín extraíble, proporcionan la misma protección que la bota doble pero con mayor ligereza y comodidad porque están construidas con diferentes capas internas. No obstante, en situaciones de frío extremo y cuando se van a realizar actividades de varios días, es mejor elegir una bota doble (con botín interior extraíble). En estos casos, las botas dobles reúnen dos ventajas: tienen mayor protección térmica que las botas simples y es posible extraer el botín interior para secarlo antes de la siguiente jornada.
El número de pie y el de la bota
Para elegir una buena bota de montaña para tus pies no basta con saber qué número calzas, es fundamental probártelas y, si es posible, caminar en un plano inclinado para ver el comportamiento del pie en las subidas y bajadas.
Lo normal es que el pie se dilate a lo largo y a lo ancho cuando realizas una caminata, por eso debes elegir al menos medio número más del que usas habitualmente porque una bota que te quede justa será un verdadero infierno cuando realices una bajada (¡esas uñas clavándose en la puntera de la bota!) pero si las eliges demasiado holgadas no se ajustarán ergonómicamente, así que el roce de la bota en el pie te crearán ampollas. Además, tienes que tener en cuenta que las hormas son diferentes según cada fabricante (más o menos anchas), así que esta es otra razón por la que es fundamental probarte varios modelos de distintas marcas y en los dos pies.