Los océanos se calientan al mismo ritmo que si cinco bombas atómicas similares a la que se lanzó en Hiroshima fueran arrojadas al agua cada segundo. Una cifra récord, a la par que aterradora, que evidencia la emergencia climática ante la que se encuentra el planeta. Así lo avala un estudio científico, 'Record-Setting Ocean Warmth Continued in 2019', en el que se muestra como en el pasado año hubo calentamiento oceánico récord, llegando a alcanzar las máximas temperaturas jamás registradas en el agua.
El estudio, publicado por la revista Advances in Atmospheric Sciences y del que se ha hecho eco CNN, explica que si bien la última década ha sido la más cálida registrada para las temperaturas oceánicas mundiales, los cinco años más calurosos jamás registrados se produjeron en los últimos cinco. "La tendencia al alza es implacable, por lo que podemos decir con confianza que la mayor parte del calentamiento es el cambio climático provocado por el hombre", dijo Kevin Trenberth, distinguido científico de la Sección de Análisis del Clima en el Centro Nacional de Investigación Atmosférica. Entre 1987-2019, el calentamiento del océano fue un 450% mayor que durante el período anterior.
"No hay alternativas razonables aparte de las emisiones humanas de gases que atrapan el calor para explicar este calentamiento", afirmó Cheng, quien agregó que para alcanzar esta temperatura, el océano habría absorbido 228,000,000,000,000,000,000,000 - o 228 sextillones - julios de calor. "La bomba atómica de Hiroshima explotó con una energía de aproximadamente 63,000,000,000,000 de julios", explicó Cheng. "Hice un cálculo... la cantidad de calor que hemos puesto en los océanos del mundo en los últimos 25 años equivale a 3.600 millones de explosiones de bombas atómicas de Hiroshima", agregó.
Eso es equivalente a lanzar aproximadamente cuatro bombas de Hiroshima en los océanos cada segundo durante el último cuarto de siglo. Pero debido a que el calentamiento se está acelerando, la velocidad a la que estamos arrojando estas bombas imaginarias se está volviendo más rápida que nunca y la comparativa aumenta hasta el lanzamiento de cinco o seis bombas atómicas.
El aumento de las temperaturas también significa que las aguas oceánicas tienen menos oxígeno y se están volviendo más ácidas, lo que tiene un gran impacto en los nutrientes que alimentan la vida marina. El calentamiento también está cambiando las corrientes y alterando los sistemas climáticos a una velocidad que la vida silvestre no puede seguir.
La velocidad del calentamiento depende completamente de las acciones del mundo sobre el cambio climático. "Si podemos reducir las emisiones, podemos reducir el nivel de calentamiento y luego reducir los riesgos y pérdidas asociados", concluyó Trenberth, añadiendo que un aumento en el precio del carbono ayudaría a limitar el calentamiento. Pero, sobre todo, que todo el mundo tome conciencia sobre la emergencia climática a la que se enfrenta la humanidad. "Si los líderes del mundo cambiaran de rumbo, una revolución podría tener lugar durante unos 15 años. Esto requiere que los líderes de China, y de los Estados Unidos en particular, junto con Europa, asuman un fuerte papel de liderazgo y preparen el escenario para el resto del mundo a seguir".