En primavera es frecuente que se formen tormentas por las tardes. Pasamos del sol a un ambiente sombrío y húmedo en cuestión de horas por el desarrollo de nubes que llamamos “de evolución diurna”, algo que también acostumbramos a ver en verano. ¿Qué son y por qué son tan frecuentes en los meses cálidos del año?
¿Cómo es posible que haga este tiempo en mayo? Lo cierto es que, a pesar de venir de un fin de semana cari veraniego, las lluvias y las tormentas son parte de la normalidad en esta época del año.
La primavera es la estación más cambiante del año y, como tal, nos trae un poco de todo: jornadas de sol con más de 25 ºC de máxima, y días en los que las nubes toman el protagonismo y descargan incluso con granizo.
La nubosidad de evolución diurna se llama así porque toma forma generalmente a partir del mediodía en zonas fuertemente caldeadas por el sol. El calentamiento de la superficie es transmitido al aire en capas más altas de la atmósfera, dando lugar a corrientes de convección en las que se desarrollan las nubes cumuliformes, explica la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
En condiciones favorables de humedad e inestabilidad, estas nubes pueden alcanzar un gran desarrollo vertical y convertirse en cumulonimbos, que causan tormentas y fuertes lluvias. Al anochecer, cuando cesan el calor y las corrientes ascendentes, estas nubes se suelen disipar.
Son más frecuentes en primavera y verano porque es cuando hay más horas de sol y da tiempo a que se caldee el suelo, de manera que esa energía después se transforma a la atmósfera. Cuando irrumpen masas de aire inestables y frías, con bajas presiones por la formación de borrascas, como viene ocurriendo en España en el mes de abril, es frecuente que den chaparrones fuertes por las tardes.
La primera semana completa de mayo 2022 va a comenzar con la irrupción de una borrasca atlántica el lunes, que causará lluvias en el norte, centro y este de la Península, así como en zonas Baleares, con posibilidad de que sean de nuevo localmente fuertes y con tormenta y granizo.
Las temperaturas bajarán unos 6 a 8 ºC con respecto a las del fin de semana, primero en el norte el lunes y, entre el martes y miércoles, también en el resto de España (a excepción del oeste de Andalucía y Extremadura).
A partir del miércoles, el tiempo se irá estabilizando, aunque seguirá lloviendo en el este peninsular, Baleares y en puntos de las comunidades del Cantábrico.