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España no es el único país de Europa que se ha cubierto de blanco en los últimos días. Desde Francia hasta Grecia, pasando por Polonia, Rusia o Letonia, las nevadas han recorrido buena parte del continente. Ciudades históricas como Tesalónica y monumentos como las murallas de Constantinopla de Estambul han lucido como hacía mucho tiempo no lo hacían.
Tras el paso de la borrasca Filomena, que cubrió España de un manto blanco, una ola de frío un tanto atípica irrumpió en nuestro país. Fue ‘local’, puesto que el enfriamiento vino dado por un suelo nevado, muy frío, y una situación anticiclónica que favoreció la permanencia de ese aire frío sobre la superficie.
En buena parte de Europa, por su parte, el bloqueo anticiclónico sobre Rusia ha favorecido en los últimos días la entrada de aire frío del noreste. “Una gran parte de Escandinavia, el este y el sureste de Europa, incluidos los Balcanes, Europa central y la región del Mar Negro, podrían recibir una buena cantidad de nieve localmente”, predecía hace unos días el portal meteorológico 'Severe Weather Europe'.
Pocos días después así lucían ciudades como Estambul, la península griega del Peloponeso, París o Kiev.