Ha sido una semana fría en los países de los Balcanes –Grecia, Serbia, Hungría…– y lo está siendo en Italia y España. La nieve que tanto echamos de menos en febrero cubre por fin nuestras montañas y el balance es una reserva nival muy llena si comparamos con otros años. Y aún no ha terminado este episodio. Las altas presiones en el Atlántico Norte van a contribuir enviarnos una masa de aire del Ártico que va a desplomar el termómetro –de nuevo– y a dejar más nieve en nuestro país. Prepara la cámara y asómate al balcón: la primavera se retrasa.
No estaba siendo un año frío. Los almendros florecieron en febrero y la procesionaria del pino se adelantó, y aunque se prevé que la primavera sea en conjunto calurosa, parece que habrá que esperar para tener pruebas de ello. El lunes, a unos 850 hPa, es decir, a una altura de unos 1.500 metros, el frío va a irrumpir en buena parte de Europa.
En España esto será evidente especialmente en el norte, con nevadas en el entorno de nuestras sierras a tan solo 700 metros de altura en algunos casos. No se descarta incluso que varias capitales de provincia registren unos copos como ya hicieron el viernes.
En altura, el mapa muestra una anomalía bastante destacada, de hasta 12ºC. Y en superficie la situación será un claro reflejo de ello. Lo vemos con la previsión del modelo GFS americano y con el del meteorólogo César Rodríguez Ballesteros a continuación:
Incluso el Mediterráneo se ha enfriado estos días, como ilustró el miércoles el CEAM (Centre d'Estudis Ambientals del Mediterrani). Una buena noticia, por un lado, pero también mala si tenemos en cuenta los recientes estudios que asocian la propagación del Covid-19 a la temperatura. El calor no frenaría su expansión, pero los expertos apuntan a una mayor resistencia del virus con el frío y el ambiente seco.
Aunque la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) estima que la segunda mitad de la primera semana de abril podremos sumar algunos grados, también indica una anomalía fría prevista para el conjunto de la semana del 30 de marzo al 5 de abril.
Con un índice AO (Oscilación del Ártico) cada vez más bajo después de un invierno en cifras muy positivas, no puede descartarse que la atmósfera nos traiga nuevas incursiones de frío por ahora. En el campo esto son malas noticias, claro.
El año pasado el desembarco tardío del frío, con los árboles ya florecidos como ha ocurrido también este 2020, arruinó cosechas de almendros, melocotoneros, viñedos… Las pérdidas en Murcia fueron millonarias. Cruzamos los dedos para que no se repita.