La lluvia cálida provoca inundaciones en Barcelona: qué es este fenómeno que no captan los satélites
La lluvia cálida se produce, generalmente, por la noche en zonas húmedas y cercanas a un mar caliente
Alrededor de las 23:00 del lunes Barcelona se cubrió de nubes y en pocas horas las lluvias inundaron varias calles. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) advirtió de posibles precipitaciones pero no fue hasta las 2 de la mañana cuando actualizó los avisos, elevando el riesgo del inicial amarillo al naranja (de más importancia) cuando se evidenciaba que serían de carácter torrencial. Detrás de este episodio de inestabilidad repentina se encuentra la lluvia cálida, que seguramente volveremos a ver a lo largo del otoño. ¿En qué consiste este fenómeno que rara vez captan los satélites?
¿Qué es la lluvia cálida?
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La lluvia habitualmente tiene lugar cuando múltiples partículas de hielo en altura caen, juntándose en el camino y derritiéndose hasta llegar a nosotros en forma de agua. Por ejemplo: las inundaciones y granizadas que se produjeron a finales de agosto vinieron dadas por una DANA (depresión en altura), o lo que es lo mismo, por un embolsamiento de aire frío en capas altas de la atmósfera que quedó dividido de la circulación general. En este caso, la temperatura de la masa de aire permitió la formación de esas partículas de hielo.
La lluvia cálida, por el contrario, se forma a una temperatura no inferior a los 0ºC y en ningún caso es fruto del derretimiento de 'cristales' de hielo. Se produce en zonas húmedas, generalmente cerca de un mar caliente como el Mediterráneo (más durante esta época del año) y, con mayor probabilidad, a últimas horas del día, cuando la brisa nocturna es fresca y entra en contacto con el calor mediterráneo.
Así, las nubes convectivas que se forman, en estos casos de poco desarrollo vertical, dejan precipitación que puntualmente puede ser intensa. En el aeropuerto del Prat cayeron en tan solo una hora 72,1 litros/m2 de agua y, en Sitges Vallcarca (también en Barcelona), 63,3 litros/m2. A primera hora de la mañana del martes la Aemet informaba en Cataluña del cese de los avisos por riesgo de lluvias.
¿Por qué no la suelen detectar los satélites?
Los radares captan las precipitaciones a través de la reflectividad. En el caso de la lluvia ordinaria, como decimos, el agua es fruto de partículas de hielo que previamente pueden detectarse. En el caso de la lluvia cálida, la ausencia de esos 'cristales' complica su reflejo y, a su vez, imposibilita la formación de rayos visibles desde satélite, por lo cual a veces se desconoce que caerá esta precipitación hasta que lo hace.