California se encuentra en situación de máxima alerta por el azote de un ciclón bomba. Tras los incendios del verano, las fuertes lluvias están convirtiendo calles y colinas en ríos, y los vientos han derribado árboles y han dejado sin luz a cientos de miles de personas. Y eso no es todo: una intensa nevada ha obligado a cerrar colegios y ha colapsado carreteras en los alrededores de Sierra Nevada.
Se han desbordado ríos en varios condados por el diluvio de récord que se está produciendo en California. Además de las corrientes de lodo que entierran todo a su paso, una de las peores consecuencias del temporal están siendo los deslizamientos de tierra.
Los recientes incendios, especialmente los bautizados Dixie –el más grande la temporada de incendios de 2021– y Alisal, que empezó a arder en octubre, han dejado un terreno carbonizado que, con la llegada de las lluvias, está creando graves riadas.
El Grupo Coordinador Nacional de Incendios Forestales (NWCG) emitió el sábado una orden de evacuación por el inminente desembarco del ciclón bomba el domingo en Santa Bárbara. El comunicado avisaba de los riesgos potenciales de los flujos de escombros e inundaciones en el área quemada por el incendio ‘Alisal’.
Hasta el lunes, en las anteriores 72 horas, cayeron en las siguientes regiones de California entre 75 y 300 litros por metro cuadrado, según los registros del Servicio Meteorológico Nacional estadounidense (NWS).
La zona de la Bahía de San Francisco se vio asimismo muy castigada. Se cerraron calles en Berkeley y se desbordaron múltiples ríos en los condados de Napa y Sonoma, además de las caídas de postes de electricidad que han provocado apagones en miles de hogares y negocios.
La otra consecuencia importante de la tormenta han sido las nevadas en la cordillera de Sierra Nevada, que atraviesa el estado de California y se adentra en una parte en Nevada. En el norte de las montañas, en la zona del ‘paso Donner’, la estampa era la que vemos a continuación.
Se conoce por el término popular ‘ciclón bomba’ a aquellos sistemas de latitudes medias que se intensifican rápidamente. Cuando la presión central de la borrasca cae al menos 24 milibares (un milibar mide la presión atmosférica) durante 24 horas se dice que ocurre una bombogénesis, más conocido en España como ciclogénesis explosiva.