Ya te hablamos de las siete estaciones de esquí más lujosas del mundo, así que hoy te vamos a contar dónde alojarte en ellas. Hoteles con historia, lujosos, con enormes y cómodas habitaciones, Spas de lujo, restaurantes especiales y vistas inolvidables. Para que tu escapada a la nieve tenga muchos otros alicientes fuera de las pistas.
Junto a la estación de esquí Courchevel 1850, está situado este hotel de categoría Palace, propiedad del conglomerado de lujo LVMH (Louis Vuitton Möet-Hennessy). Consta de 36 habitaciones y suites de auténtico lujo, con servicio personalizado en un ambiente acogedor. Aloja un restaurante con dos estrellas Michelin, el 1947, y un Spa con tratamientos de la firma Guerlain.
Una impecable decoración ideada por Sybille de Margerie y Karl Lagerfeld y piezas de artistas de la talla de Takashi Murakami o Andreas Gursky, convierten a este hotel de los Alpes franceses en un auténtico museo.
Este hotel boutique de 5 estrellas está situado en la parte alta de la montaña de la estación de esquí suiza. Es perfecto para quienes buscan desconectar, relajarse y las mejores vistas sobre el valle. Cuenta con un Spa con tratamientos de la firma Sisley y varios restaurantes de cocina italiana.
Es un alojamiento de lujo no ostentoso en el que cada habitación -que tienen el nombre de las flores del herbario de Adrien de Turckheim- dispone de una terraza y tiene una decoración diferente, aunque todas con muebles antiguos y de estilo alpino. La madera, tanto en el exterior como en el interior, proporciona calidez y confort.
Con más de 100 años de antigüedad, ha sobrevivido a las dos guerras mundiales, es uno de los hoteles más lujosos de Suiza. Este hotel tiene tres restaurantes, piscina, Hammam y Spa con tratamientos de las marcas Margy’s Montecarlo, Sisley, Jardin des Monts e Ivo Pitanguy.
Cuenta con 104 habitaciones, varias de ellas son Junior Suites, dos Tower Suites y una Penthouse Suite. Todas están decoradas con estilo alpino y la última cuenta con antigüedades, suelos de madera y una enorme chimenea.
Recientemente reformado, este hotel de 5 estrellas es uno de los más antiguos (fue construido en 1913) y famosos de la estación de St. Moritz. Cuenta con un restaurante dirigido por Enrico y Roberto Cerea, con tres estrellas Michelin, y un Spa de 1.200 metros cuadrados en el que utilizan marcas como Cellcosmect & Cellmen, Opi y La Bioesthétique.
Sus 60 habitaciones son suites o junior suites y están decoradas con antigüedades. La decoración, tras la reforma, ha corrido a cargo del diseñador italiano Carlo Rampazzi y tienen unas vistas panorámicas al lago de St. Moritz o al paisaje alpino.
En la estación de Aspen se encuentra este hotel de lujo remodelado en 2011, donde conviven arte e historia. Ha sido elegido en varias ocasiones como uno de los mejores alojamientos del mundo. Cuenta con un Spa de productos de la marca Remède y ofrece un programa llamado Farm-to-massage-table, que combina tratamientos corporales con menús saludables de productos locales.
En sus 179 habitaciones decoradas con muebles diseñados por Ralph Lauren, te ofrecen además ropa de cama hipoalergénica. El hotel tiene acceso directo a las pistas de esquí, pero además ofrece una gran variedad de actividades alternativas.
Situado en la colina, este resort decorado al más puro estilo tradicional es uno de los más lujosos de Estados Unidos. Cuenta con 5 locales de restauración (entre cafés y restaurantes) varias piscinas y Spa con productos de marcas como Morrocanoil, Kevin Murphy, Intraceuticals y otros de base mineral como los de la marca cosmética La Bella Donna, además cuenta con duchas Vichy.
Por su ubicación, todas las habitaciones cuentan con excepcionales vistas y acceso directo a las pistas de esquí. Cuenta con 154 habitaciones y 66 suites cuya decoración está basada en la artesanía local y elaborada fundamentalmente en madera.
Este hotel-spa de 5 estrellas situado en Los Pirineos, que ha sido recientemente reformado, ha sido incluidos por la cadena Small Luxury en su selección de establecimientos de lujo. Cuenta con cuatro restaurantes y con una zona de Spa de más de 500 metros cuadrados en el que se realizan tratamientos a base de productos naturales del Valle de Arán.
Las habitaciones, desde el tipo estándar a la suite presidencial, tienen vistas al Valle de Arán. Casi todas están decoradas con un estilo tradicional de montaña, excepto la suite superior que sigue una línea más moderna, aunque conservando cierta elegancia clásica.
