La joven activista sueca, Greta Thunberg, ha llegado, por fin, tras casi 21 días de navegación en catamarán por el Atlántico norte, a Lisboa (Portugal) desde donde viajará a Madrid, en una ruta y medio de transporte aún sin confirmar, para asistir a la XXV Conferencia de las Partes de Cambio climático de la ONU (COP25) donde se dirigirá a los líderes mundiales para exigirles ambición y urgencia para luchar contra la emergencia climática.
El barco en el que Greta junto a su padre y la familia australiana con la que se embarcó surcaba Tajo arriba en el catamarán con varios barcos que la han acompañado en las últimas millas náuticas.
Aunque al principio la joven ha sido más bien esquiva con algunos periodistas que desde un barco aledaño le preguntaban qué tal estaba y si tenía ganas de llegar a Madrid. Greta se dio la vuelta tras contestar con un aséptico "bien" y se puso de espaldas a ellos.
Sin embargo, a pocos metros de llegar a buen puerto, la joven ha comenzado a saludar a los jóvenes que la esperaban en el muelle de Lisboa, con pancartas y canciones coreando su nombre.
La joven activista ha atendido a los medios de comunicación después de llegar a tierra firme en una pequeña rueda de prensa en la que ha afirmado que durante su participación en la Cumbre del Clima va a pedir a los líderes políticos que "hagan lo que puedan para asegurarse que están en el lado correcto de la historia".
Después de 21 días de travesía, Greta asegura que ha tenido tiempo de reflexionar y se ve "con ganas de seguir" con su lucha. "Tenemos que hacer mucho más de lo que estamos haciendo hoy", afirma, "ningún país está haciendo lo suficiente".
"Seguiré luchando allí para mostrar las voces de las personas fuertes, y las voces de las próximas generaciones, y especialmente las de las personas del sur para que sean escuchadas", ha afirmado ante los medios de comunicación, "somos enfermos de una emergencia global y debemos abordarla desde una perspectiva holística para asegurar las condiciones futuras de los seres humanos".
Greta ha puesto pie en tierra con su ya mítico cartel de Huelga escolar por el clima, que la acompaña desde hace casi un año, cuando comenzó a manifestarse cada viernes ante el Parlamento de Suecia. Su gesto dio lugar al movimiento Jóvenes por el Clima que en todo el mundo se han ido sumando a la reclamación de exigencia de acción climática a todos los Gobiernos.
Un barco con activistas de Extinction Rebelion vestidos con trajes rojos y pancartas contra la emergencia climática también la han acompañado en los últimos metros.
Recibida por los jóvenes con gritos de "Greta es nuestra voz" la adolescente sueca ha sido recibida por el alcalde de Lisboa y por dos jóvenes del movimiento 'Fridays for Future' --que ella inspiró-- que le han entregado un reloj de arena.
La joven ha dicho que descansará un par de días en Portugal, para después trasladarse a la Cumbre del Clima de Madrid, donde se dirigirá a los líderes y participará en la marcha climática del 6 de diciembre en la capital española. Una vez que termine la Cumbre, emocionada, ha dicho que se irá a su casa "por Navidad".