Francia arrastra 14 meses sin anomalía negativa, desde junio de 2019. Esto quiere decir que, en conjunto, lleva más de un año sin registrar temperaturas que se ajusten a la media o se queden por debajo de la misma. Esto, y la falta de lluvias en verano en la capital –que es ya una constante–, hacen pensar que cada vez será más complicado afrontar la canícula en el país vecino. Así recrea Francia un día de agosto cualquiera de 2050.
El año pasado un estudio advirtió de que las grandes ciudades de Europa verían estíos muy diferentes en treinta años, con Madrid acercándose al clima actual de Marrakech o Londres al de Barcelona. Ahora la revista francesa ‘Le Parisien’ ha querido ponerse en la piel de la familia Durand, creando una historia ficticia que se desarrolla el 13 de agosto de 2050, y está enfocada en la evolución de la sociedad para adaptarse a un calor tórrido en el Fontenay-sous-Bois, a apenas 10 kilómetros del centro de París.
La madre de esta familia hipotética, Chloé, despierta con la noticia de que 50 departamentos de Francia se encuentra en alerta por las altas temperaturas por noveno día consecutivo: “Habrá hasta 44,1ºC en tu ciudad”, dice la publicación.
La agencia meteorológica francesa Meteo France se ha sumado a este pronóstico publicando el siguiente mapa con las temperaturas que se alcanzarían en una ola de calor de 2050, y añade: "En 2050 una ola de calor será entre 1,2 y 1,5 grados más cálida que la que acabamos de experimentar", refiriéndose a la ola de calor de la semana pasada.
A una de sus hijas le parece normal el calor en verano y le quita importancia. Además, se trata de una familia acomodada, de suficiente estatus para aislarse del calor dentro de su casa. “En las paredes y el piso”, enuncia la ficción de ‘Le Parisien’, “las tuberías hacen circular agua fría, una tecnología que se ha utilizado en París para enfriar los grandes almacenes durante mucho tiempo. En el techo y a lo largo de la fachada, las plantas trepadoras bajan la temperatura algunos grados. Los aires acondicionados fueron prohibidos en 2023 porque rechazan el aire caliente en las calles”, desarrolla.
Las niñas de la familia Durand acuden a su escuela cerrada en verano porque es su válvula de escape de la calle insufriblemente calurosa. Existe en 2050 algo llamado ‘la red Oasis’, un proyecto que empezó para plantar césped y árboles treinta años atrás (2020), y un ‘camino anti-cánula’ que consiste en buscar las zonas con sombra para llegar al destino. Además el oscuro y caldeado asfalto ha sido sustituido por cemento blanco, que refleja la luz solar y se calienta menos.
La breve trama de ‘Le Parisien’ acaba mostrando la preocupación del padre, Antoine, que pregunta a sus hijas si se han rociado bien con repelente de mosquitos. Un mes atrás, dice, Antoine se recuperaba del brote de dengue que afectó de manera inesperada un área metropolitana de Francia. También hace referencia al mosquito tigre que tan presente tenemos este 2020: “Se movió hacia el norte”, enuncia, después de causar estragos en París por primera vez en 2015.