Hanna ha sido el primer huracán del Atlántico de 2020 y ha sido mucho más destructivo de lo que se esperaba. Llegó a Texas el sábado después de que sus vientos se debilitaran ligeramente, pero la humedad que arrastraba y su coincidencia con la marejada ciclónica han inundado edificios, hecho pedazos barcos y volcado varios camiones. Ahora le toca el turno a Douglas, segundo huracán en una semana, esta vez en el Pacífico. Hawái se prepara para un lunes muy complicado.
La semana pasada los ojos del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) se concentraban en el Atlántico a la espera de Gonzalo. Se suponía que la tormenta tropical pasaría a ser un huracán justo antes de tocar tierra en Barbados, pero finalmente no lo hizo.
Sí consiguió fortalecerse Hanna, que finalmente tocó tierra en la Isla del Padre, al sur de Texas y muy cercana a México. Después fue avanzando hacia la bahía de Corpus Christi, y tierra adentro. Llegó a zonas del norte de México como Reynosa y condados de Texas como Hidalgo. Una de las imágenes que más se está viralizando en las redes es la de una parte del muro fronterizo dañado.
La última vez que veíamos algo así en Texas fue con el paso del huracán Harvey en agosto de 2017. Aquella fue la tormenta más severa que se ha vivido en la historia de los Estados Unidos.
A esta hora, el segundo huracán en una semana está ya sobre Hawái. Douglas hace prever que las inundaciones y las rachas de viento huracanadas serán remarcables en las islas de Maui, Oahu y Kauai el lunes. Una de las consecuencias que más se temen son los deslizamientos de tierra que puedan darse por las olas altísimas que se esperan. “Es posible que el nivel del agua suba casi un metro por encima de los niveles normales de la marea en algunas áreas”, anuncia The Weather Channel.