En los próximos días, una borrasca se irá acercando al oeste de la Península Ibérica. Esto, lejos de romper el tiempo seco y estable que se ha establecido en casi toda España, contribuirá a alargarlo y a disparar las temperaturas unos cuantos grados, ya que quedaremos bajo la influencia de una dorsal anticiclónica que se pronunciará al este de la borrasca. Así, tras unos días más fríos de lo habitual para la fecha en los que hemos visto las primeras heladas y nevadas importantes del otoño, el termómetro se regulará a partir del sábado.
Para el fin de semana, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que las “temperaturas experimenten un aumento generalizado, más acusado en el interior peninsular, aunque las temperaturas nocturnas todavía seguirán por debajo de los valores normales para estas fechas en la mitad este peninsular, Baleares y este de Canarias”, pronostica.
Una situación que se mantendrá hasta que la borrasca vaya acercándose la próxima semana. A partir del martes 20 de octubre, el tiempo podrá dar un vuelco en el oeste peninsular (más en el noroeste): se darán chubascos en Galicia, Castilla y León, la Comunidad de Madrid, Extremadura, Castilla La Mancha y parte de Andalucía.
Para entonces, dejaremos de estar bajo la influencia de la dorsal anticiclónica "de una situación en omega", define la Aemet.
La situación en omega es el patrón atmosférico que traerá estabilidad esta semana, que se asemeja a la letra griega. A partir del martes, el chorro polar será muy ondulado e intenso en el entorno de la Península, y un potente anticiclón de bloqueo se ubicará al sur de Islandia y Groenlandia. En resumen, tendremos un panorama meteorológico muy diferente, con las bajas presiones gobernando parte de la semana del 19 al 25 de octubre.
*Temperatura y geopotencial a 500 hPa previsto por el modelo GFS entre el sábado 17 y el miércoles 21 / Tropical Tidbits / Giphy
La amplitud térmica (diferencia entre la temperatura máxima y la mínima en un lugar concreto en el mismo día) tiende a acentuarse durante el otoño. Lo hace porque, como predice la Aemet para los próximos días, las temperaturas diurnas son templadas, mientras que las nocturnas empiezan a caer considerablemente con la reducción de horas de luz solar y la llegada de masas de aire más frías. El domingo, por ejemplo, en zonas del interior esta diferencia será de entre 18 y 24ºC.
Se espera que hiele por la noche en Pirineos y, de forma aislada, en el sistema Ibérico y cordillera Cantábrica. Por la mañana se formará niebla en muchas regiones y el sol tenderá a ir haciéndose con toda la Península y Baleares a lo largo del día. En Canarias se darán intervalos nubosos que irán convirtiéndose en nubes más compactas el lunes, cuando estará bajo la influencia de la borrasca y podrán darse precipitaciones localmente fuertes.
En cuanto a las temperaturas, a partir del martes podrían descender las diurnas y aumentar las nocturnas, estrechándose la amplitud térmica. Entre el miércoles 21 y el viernes 23, la Aemet adelanta lo siguiente: “Dentro de la incertidumbre citada, es probable que las temperaturas máximas desciendan en la vertiente atlántica y Canarias, y aumenten en el área mediterránea. Tendremos heladas débiles y aisladas en Pirineos”. Eso sí, en general, prevé que los valores sigan siendo ligeramente más altos de lo normal para la fecha en España la semana que viene.
*Anomalía de la temperatura en superficie prevista entre el sábado 17 y el jueves 22 por el modelo GFS / Tropical Tidbits / Giphy