Este fin de semana comenzaba el invierno meteorológico y vino precedido por una Dana (depresión aislada en niveles altos) que quedó aislada de la circulación para regar la costa este española, dejando a su paso un temporal muy intenso de lluvias que han acumulado más de 100 litros/m(2) en las últimas horas. Casi todo el litoral está sufriendo los estragos de esta Dana que ahora afecta más en superficie con vientos muy intensos y una mala mar. ¿Cómo va a evolucionar y hasta cuándo vamos a seguir notando sus efectos?
Desde este lunes la Agencia Estatal de Meteorología activó los avisos por fenómenos adversos y emitió una nota especial por la intensidad de los mismos. Lo que se avecinaba era potente y no se equivocaba. Las imágenes que recogen las redes sociales reflejan cómo han pasado la noche en puntos de Alicante, Valencia o Murcia, donde las lluvias no han dejado de arremeter con fuerza en muchos puntos.
Según explica la Aemet, "estamos bajo la influencia de bajas presiones en el área mediterránea", que, unida a la Dana, nos deja unas precipitaciones muy fuertes con acumulaciones importantes de precipitación, acompañadas de ráfagas de más de 80 km/h y olas de más de 4 metros. Durante el martes estos ingredientes los vamos a ver sobre todo en Almería y Murcia, pero por la tarde comenzarán a darse con mayor frecuencia en Valencia o en Baleares.
El miércoles la atmósfera notará un cambio debido a la trayectoria que seguirán las bajas presiones. Tendrán que prepararse en Cataluña y en Baleares porque los chubascos podrán llegar de manera intensa, pudiendo superar los 100 litros/m(2) de acumulación. Esto no significa que podamos guardar el paraguas en el resto de provincias del Mediterráneo, porque las nubes van a seguir descargando con intensidad por allí.
*Imagen: Precipitación máxima prevista para el miércoles 4 de noviembre / Aemet
Según estima la Aemet, esta situación va a acompañarnos como mínimo hasta el jueves, afectando principalmente a Cataluña, aunque se espera que pueda ir remitiendo a medida que avanza la jornada. Desde estos momentos, la inestabilidad iría abriendo paso a los cielos despejados en casi toda la Península pero las lluvias tomarán un nuevo rumbo y se quedarán estancadas principalmente en Canarias.