Norteamérica atraviesa una de las olas de calor más severas de toda su historia. Un evento que ha sido bautizado como ‘cúpula de calor’, por el que una enorme burbuja de aire tórrido se ha aislado sobre el oeste de Canadá y el noroeste de Estados Unidos, está horneando estas regiones hasta producirse decenas de récords de temperatura que no distan tanto de los que se registran en España, superiores a los 45 grados.
La ola de calor que se produce actualmente en los estados del noroeste del Pacífico no solo es histórico, también es bastante más prolongado de lo habitual y potencialmente mortal.
En Seattle o Portland, donde la temperatura habitual de estas fechas ronda los 23 ºC, se están alcanzando valores muy superiores a los 40. Pero más llamativo es lo de Canadá: en la ciudad de Lytton se han registrado 46,6 °C este domingo, 27 de junio, lo cual supone un récord histórico de máxima para todo el país. Esta cifra, por cierto, no se aleja mucho de la más alta registrada en nuestro país, de 46,9 °C en Córdoba, en julio de 2017, como ha recordado Rubén del Campo (de la Agencia Estatal de Meteorología).
Los residentes de Oregón, Washington y la Columbia Británica canadiense nunca habían experimentado temperaturas tan altas y durante tantos días seguidos. Y aún podrán sumar más grados los próximos días, a medida que una rama del chorro subtropical llegará a rozar el Ártico canadiense.
Lo que está ocurriendo con esa ‘cúpula de calor’ es que, como su propio nombre indica, es como si el aire tórrido quedase atrapado sobre la superficie, como si alguien hubiese puesto la tapa de la olla justo encima de estas regiones.
Más de 20 millones de personas están bajo una advertencia por el extremo calor, desde Canadá hasta la frontera mexicana.
No se descarta que en unas semanas esta ‘cúpula’ se traslade al norte de Europa, donde las temperaturas también están siendo excepcionales. La semana pasada se superaron los 33 ºC en Finlandia, y los 31 en Siberia, muy cerca de Mar de Laptev.