Esta primavera lluviosa y con temperaturas templadas podría considerarse el escenario ideal para que los insectos campen a sus anchas y se reproduzcan hasta la saciedad, convirtiéndose en la peor de las pesadillas tanto dentro como fuera de los hogares. Las cocinas, los baños y aquellos lugares donde pueden haber restos de sus platos favoritos son algunas de los áreas donde pueden generar sus puntos de cría.
"Los insectos son considerados poiquilotermos, es decir no pueden regular la temperatura por sí mismos, y dependen de las condiciones climatológicas. En este sentido la temperatura en gran medida y seguidamente la humedad, son aspectos claves para la supervivencia de los mismos", señala Tomás Montalvo, responsable de vigilancia y control de la Agencia de Salud Pública de Barcelona.
Las infestaciones se producen cuando coinciden varias circunstancias, además de las climatológicas, la presencia de restos orgánicos accesibles y lugares refugio donde pueden llevar a cabo la cría. "Estas circunstancias favorecen la proliferación y aumentan los niveles poblacionales hasta rebasar lo que se llama el umbral de tolerancia, de manera que acaban afectando a las personas y al medio”, añade el experto. Las especies que generan más impacto son los múridos (ratas y ratones), los mosquitos, las chinches de camas y las cucarachas, que, según Montalvo, se dividen en tres tipos: Periplaneta americana, Blatta orientalis y Blatella germánica.
Más vale prevenir
Tal y como señalan los expertos, la mejor herramienta para evitar estas plagas es la prevención, de tal manera que se previene las infestaciones locales para sortear que se extienda a áreas limítrofes y eludir males mayores y problemas graves en la población. Montalvo nos aconseja tapar fisuras, grietas, cañerías y desagües, donde pueden anidar con facilidad.
Medidas de higiene
Por otra parte, evitar su sustento, es decir, mantener unas buenas medidas de higiene en la casa, de tal manera que no encuentren recursos para su superviviencia: guardar los alimentos en recipientes herméticos y resistentes.
Jardines y trasteros en orden
En el caso de los jardines, patios, trasteros y terrazas, el biólogo nos recomienda seguir las mismas pautas, evitar los focos de agua y evitar el almacenamiento de utensilios en desuso porque pueden ser un foco de proliferación de plagas.
Técnicos de control de plagas
Si no hemos podido evitarlo y tenemos detectado el foco, Montalvo recomienda averiguar cuál es el origen del problema. "Tendríamos que aplicar una medida correctora para solucionarlo (sellar una grieta, tapar un agujero, vaciar una piscina en desuso…). Puede haber casos en que no lleguemos a poder solucionar el problema por la dificultad técnica o logística que comporte, en este tipo de casos se debe acudir una empresa de control de plagas especializada en el ámbito ambiental. El profesional determinará el foco del problema y actuará en consecuencia", subraya el entomólogo.
Cuidado con las chinches de cama
Una de las infestaciones más habituales y a las que muchas veces no se le presta atención son las chinches de cama. En estos casos, deshacerte de las ropas y muebles servirá más bien de poco y tampoco recurrir a insecticidas porque suelen ser bastante tóxicos. Lo más recomendable es llamar a un experto que localice el foco y el grado de infestación, que optará por el sistema mecánico, como el aspirado, o el uso de insecticidas químicos, que obligarán a una evacuación temporal de la zona afectada. Los remedios caseros en estos casos no suelen ser muy recomendables.