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A 2 de octubre, la elección de ropa cada mañana no dista mucho de la que hacíamos hace un mes, cuando aún nos quedaban más de dos semanas de verano. Si algo nos devuelve a la realidad, además de las hojas caídas y los árboles ocres, son las noches llevaderas que nada tienen que ver con las tórridas madrugadas en las que difícilmente conciliábamos el sueño. No obstante, las temperaturas diurnas no se corresponden en absoluto con las que deberíamos tener 10 días después de arrancar el otoño. ¿Perderán grados los termómetros o seguirá repuntando el calor?
El otoño desembarcó templado, normal, con los correspondientes 30ºC en la mitad sur, Mediterráneo e islas, y algo más de fresco en el cuadrante noroeste, incluso por debajo de los 18ºC en Galicia. Con el paso de los días empezamos a asimilar que el verano iba a reaparecer, con –valga la redundancia– el 'veranillo de San Miguel', que ha llegado puntual e incluso adelantado a su cita. Y la cosa no cambia. Las temperaturas han sido anormalmente elevadas en buena parte del país desde el pasado jueves 26 de septiembre, con un único –y agradecido– respiro el miércoles de la semana actual. Llaman la atención especialmente los casi 20ºC más de lo normal (respecto al periodo 1981-2010) que hace en Canarias, donde además duermen a no menos de 22ºC en Tenerife o Gran Canaria.
*Imagen: Anomalía de las temperaturas máximas del pasado lunes, 30 de septiembre / @crballesteros
Pues bien, el calor se queda, al menos por ahora. El 'veranillo' ha irrumpido y no tiene intención de retirarse. Los árboles prolongan su verdor con el extra de clorofila que les regala un sol eterno y nuestros embalses agonizan ante la falta de precipitación. Es decir, si no fuera por las noches más largas –o los días más cortos–, podríamos decir que el verano sigue con nosotros. Ante el respiro del miércoles, con un descenso de entre 2 y 9ºC que se nota especialmente en el nordeste, muchos pensarán que hasta aquí llega el episodio de altas temperaturas. Nada más lejos de la realidad.
El jueves el mercurio volverá a repuntar, con un subidón de hasta 8ºC en el norte que se contagiará con menos brusquedad a casi toda la Península. A medida que nos acerquemos al fin de semana, cada vez más comunidades marcarán hasta 10ºC más de lo habitual para la fecha. La excepción será el Cantábrico, que se quedará entre los moderados 17 y 23 grados. Mientras tanto, en Canarias las máximas empezarán a dar una tregua después de unos días a 35ºC en el interior de las islas.
*Imagen: Anomalía de las máximas previstas para el sábado y domingo, 5 y 6 de octubre / @crballesteros
Con el medio plazo las predicciones se hacen con más cautela, y por lo tanto la cosa podría cambiar si a la atmósfera se le antoja. Dicho esto, en principio todo apunta a que la anomalía de las máximas de hasta 10ºC se extenderá a casi todo el país el lunes. Para saber qué pasará después habrá que esperar pacientes. Por ahora, sabemos que el frío no arruinará una escapada de fin de semana aunque, eso sí, se prevé que al menos un frente atlántico nos visite desde el viernes –el primero, según prevé la Agencia Estatal de Meteorología, asociado al huracán Lorenzo que se dirige a las islas británicas–.
*Imagen: Anomalía de las máximas previstas para el lunes, 7 de octubre, respecto al periodo 1981-2010 / @crballesteros
Este huracán, que ha hecho historia por ser el primero tan al este en la cuenca del Atlántico que se ha registrado de sus características –el pasado domingo se intensificó a categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson–, es precisamente el responsable de tanta estabilidad. Con el avance al nordeste, Lorenzo está empujando el anticiclón de las Azores hacia la Península. Bajo la influencia de las altas presiones, la falta de sol (los días duran ya menos de 12 horas) apenas se nota, y la estabilidad reina en prácticamente toda España, con la excepción del norte, que de vez en cuando recibe algún frente que le devuelve el tiempo otoñal.
*Imagen: Mapa con frentes previsto para el miércoles, 2 de octubre / Aemet