La primera semana de noviembre llega a España con tiempo plenamente invernal. La nieve ya cubre las montañas de la Península y el frío, sobre todo el nocturno, se está extendiendo por todo el país a medida que una masa de aire polar se asienta en nuestro territorio. Te contamos algunos trucos para quitarte el destemple del cuerpo cuando el frío se te meta en los huesos.
Abrígate bien, pero hazlo por capas para que en un interior siempre haya una temperatura constante. Es importante el uso de textiles térmicos, cuentas en el mercado con una amplia gama de artículos para trabajar a la intemperie bien pertrechado. No olvides los complementos, que son esenciales: una bufanda para el cuello, un gorro, calcetines invernales y guantes.
Es importante moverse para activar la circulación. En condiciones de frío, el cuerpo protege los órganos vitales acumulando la sangre en el tórax, por ese motivo piernas y brazos son los primeros en notar los efectos del frío. Puedes incluso dar pequeños saltos y balancear, muévete, no te quedes quieto.
La caída de temperaturas provoca tiritonas y también puede aumentar el peso si no vigilamos nuestros hábitos alimenticios. Elegir bien las comidas y bebidas que ingerimos y sus cantidades, es fundamental, según advierten desde el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).
El frío invernal de comienzo de noviembre pide más alimentos calientes y energéticos que ayudan a mantener la temperatura interna. Las sopas, caldos, cremas y purés realizados por vegetales y hortalizas hidratan y ayudan al organismo a mantener a raya el termómetro. Los expertos recomiendan tomar a diario cebolla, ajo y jengibre para reforzar las defensas, utilizar especias como la pimienta, comino y tomillo, que cuenta con propiedades antigripales y limitar el consumo de grasas al 30%.
Si puedes darte una ducha caliente, tu termostato tiene muchas posibilidades de regularse después solo.
Si tus manos son tempanillos, frótalas creando ese roce que genere calor. El vaho de tu boca también te puede servir de ayuda. Es una situación que solemos hacer de manera instintiva, pero es que realmente es efectiva.
Es importante mantener la rutina de ejercicio diario, sobre todo en esta época que consumimos más calorías y grasas. Evita practicarlo en exterior por aquello de no calarte de frío hasta los huesos. Hoy en día cuentas con una enorme oferta de gimnasios económicos con horarios flexibles, por lo que no tendrás excusa. Si te es imposible acudir a uno de estos centros deportivos, practica una tabla de ejercicios diarios que incluyan flexiones y sentadillas para tonificar las piernas.