El tiempo va a ir cambiando en España. La formación de una vaguada será la antesala de un tren de borrascas, por lo que, como suele ser habitual en febrero, las bajas presiones circularán por la península Ibérica de manera continua. Entre el jueves y el sábado, esta situación dará lugar a la irrupción de vientos de componente sur, que arrastrarán calima en suspensión y podrán empeorar mucho la calidad del aire en algunas zonas.
El descuelgue de un centro de bajas presiones entre Canarias y el oeste peninsular conducido por el chorro polar formará una vaguada ente el miércoles y el jueves. En el archipiélago canario, esto propiciará un aumento de la nubosidad, con precipitaciones acompañadas de tormenta y fuerte viento sobre todo en las islas occidentales.
En cambio, en la mitad este y zonas del centro peninsular, así como las islas Baleares, esta vaguada impulsará una masa de aire cálida que traerá consigo grandes cantidades de polvo en suspensión, procedente de África. Por los altos niveles previstos de partículas, se prevé que la calidad del aire empeore bastante.
Se prevén niveles de polvo que superarán el umbral establecido por la Organización Mundial de la Salud de 50 microgramos de concentración por metro cúbico. Incluso podrá triplicarse en zonas del interior el viernes, como son el este de Andalucía y Castilla-La Mancha o puntos de Madrid y de Castilla y León. En el Levante y las islas Baleares los cielos estarán enrarecidos y más anaranjados de lo habitual.
Las precipitaciones del sábado ayudarán a dispersar las partículas, aunque como contrapartida podrán dar lugar a lluvias de barro en zonas del este.