Hasta ahora, las grandes precauciones de los bañistas en las playas eran protegerse bien de los rayos ultravioletas y evitar toparse con las desagradables medusas o con las carabelas portuguesas, que están haciendo estragos en muchas de nuestras costas. Sin embargo, un equipo de investigadores estadounidenses suman una inquietud: el vibrio. Se trata de una bacteria muy común en océanos y mares capaz de impregnar nuestro cuerpo en tan solo 10 minutos de baño. Este tipo de microorganismos pueden causar enfermedades gastrointestinales, infecciones en la piel y en los casos más graves, septicemia y cólera.
Cuatro frotis de la epidermis de voluntarios
Los investigadores de la Universidad de California en Irvine realizaron su estudio en la playa reclutando a varias personas que no solían nadar a menudo en las playas y tampoco usaban protectores solares con asiduidad. Los nueve voluntarios, además, no debían haberse sumergido en el agua marina en las 12 horas anteriores al ensayo ni haber tomado antibióticos en los últimos seis meses. Antes de iniciar la investigación, se les practicó una frotis de la piel, en la zona de la pantorrilla, para, a continuación, darse un corto de baño de no más de 10 minutos. Una vez fuera, los bañistas se secaron completamente y se les practicó una nuevo raspado en su epidermis, que fue repetido seis horas y un día después, respectivamente.
Alteración del microbioma de la piel
El análisis de las muestras arrojó el cambio en la diversidad y la composición del microbioma de la piel. "Mientras los voluntarios se bañaban, las bacterias residentes normales desaparecían y las del oceáno se depositaban en la epidermis", comentó Chattman, que puntualiza, además, que tan solo pudieron identificar las bacterias vibrio, no sus especies específicas. Una primera pista que podría dar respuesta al motivo por el que los bañistas habituales tienen una mayor predisposición a padecer dolores de estómago e infecciones de oído. Aunque la mayor parte de las infecciones del mar son causadas por las heces, que llegan a nuestros cuerpos, el equipo sospecha que "las bacterias oceánicas en su conjunto pueden hacer que la enfermedad sea más viable a través de sus efectos en el microbioma de la piel", señalan en sus conclusiones los expertos.
Vibrio cholerae
"Aunque muchos vibrio no son patógenos, el hecho de que los recuperemos en la piel después de nadar demuestra que podrían persistir en la piel después del nado", dijo Marisa Chattman Nielsen, estudiante de doctorado de la Universidad de California. Algunos ejemplares de esta bacteria son responsables de enfermedades como el cólera y en algunas ocasiones pueden causar infecciones graves en la piel, sobre todo en personas con sistemas inmunitarios debilitados.
Atracción por los humanos
Asimismo, constataron que estas bacterias se mostraton más atraídas por la piel humana, ya que había más cantidad en las muestras de los bañistas que en la propia agua del océano circundante. "Estudios recientes han demostrado que el microbioma de la piel humana desempeña un papel importante en la función del sistema inmunológico, enfermedades localizadas y sistémicas e infecciones", dijo Nielsen. "Un microbioma sano protege al huésped de la colonización y la infección por microbios oportunistas y patógenos", añadió.
Época de infecciones
Habitualmente, las personas que se infectan de vibriosis lo hacen después de haber consumido mariscos crudos o poco cocidos y tras exponer una herida al agua marina. La mayoría de las infecciones se suelen fechar de mayo a octubre, justo cuando la temperatura de la superficie del agua del océanos aumenta.