“Esta ola de calor será recordada”, decíamos el año pasado por estas fechas. Aparte de precoz –por darse antes de julio– fue extremadamente intensa. Muchos observatorios no solo alcanzaron una temperatura récord para junio, también la absoluta de sus series históricas. Seguramente no se habrán olvidado en Segovia o Barcelona, que durmieron a más de 25ºC, o en la costa de Girona, donde se alcanzaron los 43ºC a plena tarde. Pero 2020 tampoco se está quedando corto.
El pico de calor de estos días –no podemos hablar de ola de calor– es relevante, especialmente porque hasta hace unas semanas el termómetro marcaba más fresco del habitual para la época en toda España. De un día para otro, como quien dice, la vegetación amarillea y los avisos por calor se reparten por prácticamente la mitad del país. Hasta el miércoles, como mínimo, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) advierte de riesgo importante en unas cuantas provincias, donde se podrán superar los 38ºC nuevamente.
Pero, como decimos, no podemos decir hablar de calor sin precedentes esta vez, porque sí hay un precedente de un junio tórrido: el de 2019. El periodo entre los días 26 y 30 del mes fue el más sofocante de las últimas cuatro décadas, según confirmó la Aemet, y a nivel mundial junio tuvo la temperatura más elevada de su historia.
Si bien este lunes el termómetro marcará entre 35 y 38ºC en zonas de Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid, Región de Murcia, Castilla y León y Aragón, el día 29 de junio de 2019 se alcanzaron o superaron los 40ºC en casi 30 provincias, principalmente del norte y centro de la Península. Esta vez, en cambio, los 40ºC únicamente se sobrepasarán en Sevilla, Córdoba y Jaén.
En cuanto a la noche, aunque se espera que el calor nos lo ponga difícil para dormir esa noche, en general no será ni de lejos tan extrema como lo fue hace justo un año.