La Tierra comienza a agonizar y sus signos vitales empeoran a un ritmo acelerado, así lo ha advertido cerca de 14.000 científicos, muchos de los cuales han ido incorporándose a defender la teoría de la emergencia climática en los últimos años ante las claras evidencias, según afirma el estudio publicado en la revista BioSciencie.
La preocupación es alarmante ante el futuro y ya presente que se muestra a la humanidad si los gobiernos no toman medidas para frenar este desastre climático. Se señala al año 2019 como el año donde se produjo un aumento sin precedentes de los desastres relacionados con el clima, ciclones devastadores, olas de calor extremas con miles de hectáreas quemadas, inundaciones y huracanes.
Los expertos se centran en tres objetivos principales a trabajar a corto o inmediato plazo, el primero sería elevar el precio global del carbono para alentar a la industria a la descarbonización del mundo.
Otro de los objetivos y de manera urgente, es la eliminación de los combustibles fósiles y conservar espacios de biodiversidad.
La explotación “insostenible” de los hábitats naturales sería el tercer objetivo en el que enfocarse, además esto reduciría los riesgos de transmisión de enfermedades zoonóticas a humanos.
La humanidad habrá consumido el 29 de julio los recursos naturales disponibles para todo el año, según alerta WWF.
Según la organización ecologista, en 210 días el ser humano ha terminado con el capital natural disponible para 365 días, excediendo en un 74% la capacidad de los ecosistemas para regenerar los recursos naturales. "La tregua que ofreció la pandemia durante 2020 ha terminado. Volvemos a los límites de insostenibilidad de 2019, demandando los recursos que ofrecerían 1,7 planetas Tierra", advierte WWF.
En este sentido, la ONG avisa de que el modelo post-pandémico de producción y consumo que está impulsando el ser humano sigue los mismos parámetros de insostenibilidad de los últimos 70 años, un modelo que está poniendo al límite la capacidad regenerativa del planeta.