Las peores calimas de los últimos 40 años las sufrió Canarias en 2020 y 2022, según un estudio del CSIC

  • Las concentraciones de polvo en el aire superaron por mil las cifras que la OMS establece como saludables

  • Los sistemas de seguimiento de la calidad del aire confirmaron concentraciones de partículas de polvo propias del Sahara

  • Las llamadas supercalimas que sufrieron las islas Canarias en febrero de 2020 y marzo 2022 obligaron a cerrar todos los aeropuertos

Las islas canarias sufrieron episodios de calimas sin precedentes durante los días 22 y 23 de febrero de 2020, pero también en marzo de 2022, con registros de polvo en suspensión propios del Sáhara. Las llamadas supercalimas, nunca antes vividas en el archipiélago, obligaron a cerrar los aeropuertos por los registros detectados, según ha confirmado un estudio del CSIC.

La primera supercalima, sin precedentes, tuvo lugar en febrero de 2020, cuando los ocho aeropuertos de Canarias se vieron envueltos en una atmósfera tan densa que se suspendieron operaciones durante casi dos días, dejando en tierra a 120.000 pasajeros.

En marzo de 2022 en el sur de la Península Ibérica, los cielos se tiñeron de naranja y los sistemas de seguimiento de la calidad del aire detectaron concentraciones de partículas de polvo respirables en el aire propias de un lugar ubicado en el mismo Sahara, no en Europa, según el estudio del Grupo de Atmósfera, Aerosoles y Clima del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC) .

Ya se habían publicado algunos estudios iniciales sobre los episodios vividos en Canarias, que apuntaban a que se trataba de las calimas más densas de las que había registros en al menos cuatro décadas, pero un trabajo en marzo de 2022 en el sur de la Península Ibérica, cuando los cielos se tiñeron de naranja y los sistemas de seguimiento de la calidad del aire detectaron concentraciones de partículas de polvo respirables en el aire propias de un lugar ubicado en el mismo Sahara, no en Europa. También sin precedentes.

Los dos responsables del estudio, Sergio Rodríguez y Jéssica López-Darias, desarrollaron una metodología de reconstrucción de datos para hacer frente a la saturación que experimentaban los equipos de medición en el transcurso de aquellas calimas tan extraordinarias.

En Canarias las calimas muy intensas han tenido, tradicionalmente, concentraciones de partículas respirables PM10 de entre 200 y 400 µg/m3 —promedio de 24 horas—; sin embargo, entre 2020 y 2022 se registraron “supercalimas” con concentraciones de entre 600 y 1.840 µg/m3; este último valor récord alcanzado en Gran Canaria.

En la España y Portugal continentales, las concentraciones de partículas respirables PM10 batieron un récord histórico durante el episodio del 15 y 16 de marzo 2022, cuando una masa de polvo procedente de Argelia cruzó la Península Ibérica, desde el sudeste hacia el noroeste.

Sergio Rodríguez señala que en la Península Ibérica las concentraciones de partículas PM10 durante episodios de calima son generalmente inferiores a 100 microgramos por metro cúbico.

“Sin embargo”, precisa, “en este evento las concentraciones promedio de 24 horas fueron las propias del desierto del Sahara, registrándose valores de entre 1.500 y 3.100 en Almería, entre 800 y 950 en Salamanca, Ávila y Valladolid, entre 600 y 650 en el centro de Portugal o entre 440 y 480 en zonas de Orense y el norte de Portugal, por citar algunos ejemplos”.

Estas son las concentraciones de polvo más altas medidas desde que empezaron los registros usando la metodología normalizada por la Unión Europea, sobre el año 2005.

Un escenario anómalo propició las supercalimas

Las “supercalimas” de polvo Sahariano tienen lugar en un escenario meteorológico anómalo, según los investigadores, caracterizado por una situación de bloqueo anticiclónico sobre el sur de la Península Ibérica y Europa Occidental, que desvía hacia la región de Canarias y Cabo Verde los ciclones que habitualmente llegan del oeste en la circulación de latitudes medias.

El anticiclón sobre la Península Ibérica y el ciclón en la región Canarias–Cabo Verde crean un dipolo meteorológico con vientos del este muy intensos —giro en sentido agujas del reloj en el anticiclón y sentido opuesto en el ciclón— que dan lugar a las emisiones y el transporte de ingentes cantidades de polvo desértico.

El trabajo, publicado en la revista ‘Atmospheric Chemistry and Physics’  detalla el carácter de “récord histórico” de las supercalimas de polvo sahariano de aquellos dos episodios, tanto el de febrero de 2020 de Canarias como el de marzo de 2022 en la Península Ibérica.

Las redes de calidad del aire, explica el CSIC en un comunicado, disponen de analizadores que miden la concentración de partículas respirables PM10 y PM2.5 (de diámetro inferior a 10 y 2,5 micras, respectivamente), los instrumentos instalados en Canarias se vieron saturados desde comienzos de febrero de 2020, en cuanto empezó a irrumpir en las islas esa oleada de aire cargado de polvo del Sahara.

“La concentración de polvo aumentaba hasta alcanzar el máximo que pueden medir muchos de los equipos comerciales, unos 1.000 microgramos de polvo en suspensión por metro cúbico de aire (µg/m3), una concentración muy superior a los 20 o 30 µg/m3 que suele haber en Canarias en ausencia de calima”, explica Rodríguez.

Mientras los analizadores de partículas PM10 permanecían saturados durante horas, los de PM2.5 mostraban niveles muy altos pero variables, lo que permitió a los investigadores desarrollar una metodología de reconstrucción de datos que pudieron validar con los pocos equipos capaces de medir concentraciones superiores a los 1.000 microgramos por metro cúbico.

Este proceso tuvo que ser aplicado a los recurrentes episodios de calima que afectaron a Canarias en febrero de 2020, febrero de 2021 y enero y febrero de 2022, subraya el CSIC, así como la que sufrió la Península Ibérica en marzo de 2022.

Las concentraciones de polvo en el aire eran irrespirables

De los datos reconstruidos se concluye que durante estos episodios las concentraciones de partículas respirables de tipo PM10 alcanzaron valores máximos cercanos a los 5.000 microgramos por metro cúbico en puntos de Tenerife y Almería y de más de 5.250 en Gran Canaria, detalla López-Darias.

Para hacer este estudio los investigadores analizaron los datos del periodo 2000-2022 de 341 estaciones de calidad del aire de España y Portugal y reconstruyeron 1.690 horas de datos de PM10 de 55 estaciones.

Posteriormente, determinaron las concentraciones promedio de 24 horas de PM10, pues es el parámetro que la Organización Mundial de la Salud usa como criterio de calidad del aire, recomendando a la población que no esté expuesta a valores superiores a 45 µg/m3.

Los resultados recabados por los investigadores reflejaron un drástico aumento en las concentraciones de polvo que llega con el aire procedente del Sahara entre 2020 y 2022.

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