El sol y el calor vienen a la Península para quedarse y despedir de esta manera los últimos días de mayo, anunciando a la vez la llegada del verano. En las zonas próximas al valle del Guadalquivir se podrá alcanzar hasta los 38ºC. La Aemet ha avisado que, a partir de esta semana, las noches no bajarán de los 20ºC, dificultando el descanso a muchas personas.
Sanidad ya estableció un plan de alerta contra el calor extremo para poder proteger a los colectivos más vulnerables en aquellos lugares donde la ola de calor sea peligrosa. Las principales recomendaciones pasan por beber agua, evitar salir en las horas más calurosas y protegerse del sol.
La seguridad de las personas tiene que ser mayor en caso de estar hablando de los efectos que tiene el calor sobre ellos, pudiendo llegar a sentir un agotamiento diario o sufrir una insolación. El modo de actuar ante los posibles síntomas (náuseas, vómitos, pulso rápido y débil, fiebres), es tomar agua a sorbitos, aplicar paños húmedos o bañarse con agua fría. En caso de que los síntomas perdurasen durante más de una hora, es recomendable acudir al médico.
Si hablamos de insolación, los efectos son mucho más efectuados, como piel roja, fiebre a más de 40ºC, pulso fuerte y acelerado, convulsiones, alucinaciones e incluso el desmayo. Es una urgencia de un nivel mayor de importancia por lo que es recomendable llamar al 112 y esperar sin beber nada, pero aplicando baños de agua fría o paños húmedos.
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