¿Por qué la DANA no ha acabado con la sequía? Así están nuestros embalses tras las lluvias
Las lluvias que ha dejado la DANA son insuficientes para paliar la sequía en España, con la reserva hídrica 37 %
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Las lluvias que ha dejado la DANA han sido abundantes y generalizadas, pero insuficientes para paliar la sequía en España. Han ayudado en cierta a medida a alimentar ríos que llevaban muchos meses secos, así como embalses en el centro del país, pero la reserva hídrica nacional aún se encuentra al 37 % de su capacidad al final del verano.
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“El episodio de lluvias por la DANA redujo en España el déficit de precipitaciones: del 17 % que sufríamos a 29 de agosto, al 13 % el 3 de septiembre”, ha comunicado Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
“En el conjunto del país se acumularon 28 litros por metro cuadrado en los días de la DANA, cuando lo normal habrían sido esos días 5 l/m2”, señala. Es decir, con la DANA llovió 5,5 veces más de lo normal.
“En algunas cuencas como la del Tajo las precipitaciones estuvieron hasta 12 veces por encima de lo normal”, lo cual es una excelente noticia, pero no fue así en todas las regiones. En los embalses del interior de Cataluña, por ejemplo, apenas cayó una gota.
¿Por qué la DANA no ha acabado con la sequía en España?
“El agua embalsada descendió en la última semana, porque aún no se nota eses agua de la DANA en los embalses, ya que la lluvia caída está aumentando todavía las reservas de humedad del suelo, y el tránsito por los cauces hacia los embalses”, ha dicho el experto.
No es importante cuánta agua cae, sino de qué manera lo hace, en qué momento y durante cuánto tiempo. Las lluvias torrenciales son muy cuantiosas pero no son tan beneficiosas para la reserva hídrica, porque las escorrentías no pueden ser acumuladas. Es decir, que veamos las calles convertidas en ríos no quiere decir que esa agua pueda aprovecharse para el consumo.
Uno de los grandes problemas en España es que, en los últimos años, el déficit de lluvias o sequía meteorológica ha ido en aumento, al mismo tiempo que lo ha hecho también la demanda de agua. En resumen, hay más demanda que oferta.
Actualmente, tenemos una reserva al 37 % del total, dos puntos por encima de la del año pasado, pero casi 15 puntos por debajo de la media de los últimos 10 años.