Europa está viviendo una ola de calor como pocas se han visto en la historia. En Italia le han puesto incluso nombre propio, Caronte, que traerá 47 ºC en Cerdeña o Sicilia, y unos 42 ºC en Roma, donde se ha batido un récord de temperatura máxima. El episodio se está debiendo a un “domo de calor”, que se produce en plena canícula.
La canícula es como llamamos a la época más calurosa del año, atendiendo a los registros históricos de temperaturas. Pero este verano está siendo especialmente tórrido. Los termómetros se han disparado en los países que rodean el Mediterráneo por un fenómeno que se ha bautizado como “domo de calor”, que se caracteriza por un potente anticiclón que confina el aire cálido sobre el sur del continente.
La boya de Dragonera, en las Islas Baleares, acaba de registrar una temperatura de 29 º en el Mar Mediterráneo, la más alta en lo que va de año. En Murcia, se ha registrado una temperatura que roza los 28 ºC, algo también muy inusual. Lo normal es que el mar esté más caliente al final del verano.
Esto, unido a la influencia de una masa de aire africano que ha llegado impulsada por el anticiclón, está disparando mucho las temperaturas en el sur de Europa. El “domo de calor” se refiere a una cúpula de aire caliente que se forma bajo las altas presiones, en una región con tiempo anticiclónico y estable. Bajo su influencia, el aire se calienta cada vez más cerca de la superficie.
Las temperaturas han alcanzado los 46 °C en Roma, mientras que Madrid y Sevilla han rondado los 43 ºC en las últimas jornadas. El calor aprieta, y lo va a seguir haciendo esta semana, especialmente el martes, 18 de julio.
En Atenas, los incendios están obligando a evacuar varios pueblos costeros y más de 200 bomberos intentan controlar las llamas. Turquía y Chipre también están sufriendo la devastación del fuego.
En los Balcanes, Kosovo y Montenegro las autoridades han recomendado a los ciudadanos que no pasen tiempo al aire libre.