Llueve sobre mojado en gran parte de España y las consecuencias se están notando. Se han producido inundaciones en un puñado de provincias, con graves incidentes en Murcia, Ourense o Madrid, y el tiempo inestable va a continuar días, y probablemente semanas, por un anticiclón de bloqueo, retrasando el inicio del verano.
Los meses de marzo y abril fueron extremadamente cálidos en nuestro país, además de muy secos, con temperaturas que llegaron a rozar los 39 ºC, algo sin precedentes en el comienzo de la primavera. La sequía se convirtió en una preocupación acuciante, y las playas se llenaron semanas consecutivas. Pero mayo ha dado un giro a la situación de 360 grados… Y va para largo.
“Las lluvias son una buena noticia”, dice Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), “ya que desde comienzos de año hasta finales de mayo han ardido en España alrededor de 67.000 hectáreas, casi siete veces más de lo normal para la época”, a causa del intenso calor y el déficit de precipitaciones.
Las lluvias caídas y las que caerán “suponen un valioso aporte de humedad a nuestros suelos a las puertas del verano”, y ayudarán a disminuir el déficit hídrico que se produce desde hace unos meses en unas zonas del país, y años en otras, asegura.
Paradójicamente, el responsable de episodio de lluvias y tormentas que estamos viviendo en las últimas semanas es un “anticiclón de bloqueo”. Esto es, un área de altas presiones asociado normalmente con tiempo estable bajo su centro, puesto que actúa como una muralla de borrascas.
“Un potente y persistente anticiclón cuyo centro se encuentra en el norte de Europa, en el entorno de las islas británicas, obliga a las bajas presiones a circular próximas a nuestras latitudes, lo que garantiza un tiempo inestable en España”, explica Del Campo.
Por eso, como vemos a continuación, el tiempo para haberse invertido. Es el mundo al revés: mientras en Alemania, Irlanda o el norte de Francia no cae ni gota, en España nos empapamos.
“Además, como la nubosidad es abundante y llega aire frío, las temperaturas en general son suaves en la mayor parte del país. Incluso, en los próximos días, en algunos puntos del centro y sur de la Península, tendremos ambiente fresco, entre 5 y 10 ºC por debajo de lo normal para esta época. En el tercio norte, en cambio, habrá un ambiente más cálido de lo habitual”, señala.
Esperamos “tiempo inestable y chubascos tormentosos, localmente fuertes y acompañados de granizo en amplias zonas de la Península y Baleares” durante toda la semana, anticipa.
Y lo más seguro es que este tiempo continúe durante la próxima semana, y también las siguientes, según el pronóstico del centro europeo ECMWF. Temperaturas por debajo de lo habitual, y más lluvias de las que suelen caer.
Entraremos así en el verano el próximo 21 de junio, según la previsión provisional del tiempo, con menos calor del habitual, salvo en el extremo norte peninsular y en Canarias, y con lluvias por encima de la media.
Además, según el modelo ECMWF, parece que el trimestre de junio, julio y agosto de 2023 (verano meteorológico), tendremos precipitaciones por encima de la media en España, una buena noticia frente a los incendios de veranos anteriores y la sequía, aunque las temperaturas serán más altas de lo habitual con un porcentaje bastante fiable, de entre el 70 y 100 %, por lo que podríamos tener otro verano sofocante, en línea con los últimos años.