Las lluvias no van a cesar en los próximos días y semanas. La posición de un potente y persistente anticiclón sobre el norte de Europa está favoreciendo la llegada de borrascas a España, y eso, según parece, no va a cambiar a medio plazo, ha confirmado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
La llegada de bajas presiones va a seguir trayendo un “tiempo inestable en esta transición de la primavera al verano meteorológico”, que comenzará el 1 de junio, según ha comunicado Rubén del Campo, portavoz de la Aemet. También tendremos unas temperaturas más frescas de lo habitual para estas alturas del año.
Esta semana a caballo entre mayo y junio se espera que las lluvias afecten “a amplias zonas de la Península y Baleares, con posibilidad de que dejen más de 15 o 20 l/m2 en solo una hora y que vayan localmente acompañados de granizo” en algunas comunidades autónomas, ha anticipado Del Campo.
Las más intensas se esperan en la mitad norte peninsular y en el centro: en el interior de Galicia, Castilla y León, Comunidad de Madrid, norte y este de Castilla-La Mancha, Pirineos, sur de Aragón, e interior de la Comunidad Valenciana y Región de Murcia.
Por el contrario, las lluvias afectarán en menor medida, o puede incluso que predomine el tiempo soleado la mayor parte de la semana, a las áreas costeras del norte, Andalucía occidental y la depresión del Ebro. En algunas de estas zonas hará incluso calor.
Si bien vamos a tener toda la semana nubosidad abundante y predominarán las masas de aire frío, esperamos temperaturas suaves en general, incluso más frescas de lo normal para estas fechas en algunos puntos del centro y sur de la Península, donde “hará entre 5 y 10 ºC por debajo de lo normal para esta época”, comenta Del Campo.
“En el tercio norte, en cambio, habrá un ambiente templado, más cálido de lo habitual”, con hasta 30 ºC en Zaragoza.
Durante la segunda mitad de la semana el tiempo apenas cambiará. De nuevo predominará el ambiente inestable y fresco, con tormentas por la tarde.
“Es posible que este tiempo continúe durante la próxima semana”, ha comunicado la Aemet. Según el pronóstico provisional del centro europeo ECMWF, las semanas siguientes, hasta el mes de julio 2023, este tiempo seguirá sin grandes cambios.
Se espera que las temperaturas sigan siendo más bajas que el promedio, y también que las precipitaciones superen las cantidades habituales, por lo que no podremos guardar el paraguas de cara al comienzo del verano.
“Las lluvias caídas y las que caerán suponen un valioso aporte de humedad a nuestros suelos a las puertas del verano, que facilita, junto a las condiciones meteorológicas, que el riesgo de incendios se mantenga bajo”, señala el portavoz de la Aemet.
Es una buena noticia, “ya que desde comienzos de año hasta finales de mayo han ardido en España alrededor de 67.000 hectáreas, según Copernicus, que es casi siete veces más de lo normal para el promedio de estas fechas (que son unas 10.000 ha)”
El fuego ha calcinado hasta ahora la misma superficie que se quema habitualmente desde enero hasta finales de agosto.
Además de ayudar a humedecer los suelos, las lluvias contribuirán a disminuir el déficit hídrico que sufre España desde hace unos meses en unas zonas, e incluso años en otras zonas. Aunque aún tiene que llover bastante para que dejemos de hablar del todo de la sequía.