Alberta, la región más importante en producción de gas y petróleo de Canadá, está paralizada por los incendios forestales que arrasan el país. También arde la Columbia Británica, donde hace un par de años el fuego y el calor extremo dejaron una cicatriz difícil de borrar. La inmensa nube de humo se está extendiendo ahora por Norteamérica y poniendo en riesgo a muchas regiones.
Para los científicos de teledetección que rastrean el movimiento de las columnas de humo, mayo de 2023 ha sido un mes salvaje y memorable debido a la extrema actividad de los incendios en el noroeste de Canadá, ha comunicado la NASA.
El comienzo de la primavera siempre trae consigo un riesgo elevado de incendios en Alberta, Saskatchewan y el borde nororiental de la Columbia Británica, áreas naturalmente secas que se encuentran a la sombra de la lluvia de las Montañas Rocosas canadienses. Por estas fechas, la nieve se derrite y la maleza del bosque seco queda expuesta.
Pero en mayo de 2023, este período seco naturalmente propenso a los incendios ha coincidido con un clima inusualmente cálido y ventoso, convirtiendo lo que normalmente habrían sido incendios pequeños y de corta duración en enormes incendios forestales que se han prolongado varias semanas.
Los incendios, provocados por rayos o actividad humana, han carbonizado más de 1 millón de hectáreas desde el 24 de mayo, y han arrojado humo a las capas más altas de la atmósfera. Ahora la nube negra se está extendiendo por América del Norte.
En esta animación de la NASA se puede apreciar el volumen del humo y sus movimientos dinámicos y arremolinados entre el 5 y el 22 de mayo de 2023. Muestra partículas de carbón negro, comúnmente llamadas hollín, viajando por los cielos.
Los datos de carbono negro provienen del modelo de procesamiento directo GEOS (GEOS-FP) de la NASA.
Entretanto, grandes franjas de humo se fusionaron con la corriente en chorro este mes, y se arremolinaron en dos ciclones extratropicales separados, oscureciendo los cielos en grandes franjas de EEUU y Canadá durante semanas.
Los científicos incluso usaron satélites para rastrear el humo, que viajaba desde Canadá a otras partes del mundo.
“Nada de esto tiene precedentes”, dice Michael Fromm, meteorólogo del Laboratorio de Investigación Naval de EEUU, que ha observado la dinámica de las columnas de humo durante décadas. “Hemos visto que el humo de esta región se comportaba así en el pasado, pero la cantidad de humo es inusual para esta época del año”, añade.
En varias ocasiones, los incendios inusualmente calientes e intensos generaron fuertes corrientes ascendentes que alimentaron las nubes pirocumulonimbus (pyroCb), también llamadas flammagenitus.
Estas nubes imponentes levantan el humo de la superficie y canalizan grandes volúmenes hacia la estratosfera inferior, donde los vientos más fuertes y de mayor nivel lo dispersan ampliamente, explica David Peterson, también del Laboratorio de Investigación Naval de EEUU.
“Múltiples piroCbs en Alberta inyectaron grandes cantidades de humo por encima de las altitudes de crucero de los aviones a reacción el 4 y 5 de mayo”, comenta Peterson.
Un segundo grupo ocurrió del 18 al 21 de mayo, cuando se observaron piroCbs sobre incendios en la Columbia Británica y Alberta durante cuatro días consecutivos. “En total, hemos observado al menos 10 grandes eventos de piroCb en Canadá en mayo”, agrega.
También ha sido impresionante para los observadores cómo el humo se envolvió en la circulación de los ciclones extratropicales en dos ocasiones distintas, el 16 y el 19 de mayo.
Así lo captó la Cámara de Imágenes Policromáticas de la Tierra (EPIC) de la NASA en el satélite DSCOVR de la NOAA el 20 de mayo de 2023.
Gran parte del humo se ha mantenido lo suficientemente alto como para evitar la creación de graves problemas de calidad del aire en la superficie, pero su presencia no ha pasado desapercibida.
Los sistemas de alerta de calidad del aire administrados por el Servicio Meteorológico Nacional y la Agencia de Protección Ambiental, así como varias agencias estatales, han emitido alertas a varios estados de EEUU últimamente. Además, los cielos han estado más nublados y las puestas de sol más rojas de lo habitual en muchas áreas.