¿Cuáles son los factores meteorológicos que hacen que siga sin llover, a mediados de abril? ¿Por qué las borrascas esquivan España? Vemos los mapas de los meteorólogos, estos días, y en ellos se ve claramente cómo las borrascas se abren paso hacia el norte dejando un pasillo intermedio que no tocan. Por el que no cae ni una gota. Si nada cambia de aquí a finales de mes, es probable que se cierre como el abril más seco desde que hay registros.
La culpa la tiene un anticiclón que, para que lo entiendan, vino de visita hace ya meses, en invierno, y decidió quedarse. “Tenemos un anticiclón, prácticamente acostado, al oeste de la península, que es una verdadera muralla para las borrascas”, explica el meteorólogo de Meteored Francisco Martín.
Él es el responsable de que, tanto en los meses de invierno como ahora, en marzo y abril, las altas presiones hayan predominado casi todo el tiempo. “La causa es este anticiclón de bloqueo, que impide que las borrascas lleguen a la península”. Su nombre lo dice todo, allá donde están, estos anticiclones bloquean el paso. “Tenemos ahí un murallón”.
“Los anticiclones de bloqueo son murallas atmosféricas de altas presiones, en las que predomina el aire estancado y a veces recalentado, que bloquean el paso natural de las borrascas de oeste a este”, explica Martín. “Las borrascas, cuando llegan por el oeste y encuentran este anticiclón, se van más hacia el norte, hacia las islas británicas”. Lo pueden ver claramente en este mapa de Meteored.
El problema es que, cuando hablamos de "una muralla", estamos hablando de más de 5.000 metros. “Ocupa una extensión que va desde la superficie hasta los 5.000 o 6.000 metros de altura”, explica Francisco Martín. De ahí lo de “murallón”.
Pensarán, entonces, que lo que está pasando contradice al refranero español, que dice aquello de “en abril, aguas mil”. Pues no. Porque este refrán tiene una segunda parte, que quizá muchos no conozcan, pero no deberíamos olvidar. “En abril, aguas mil. Pero si viene vil, poca agua y nubes mil”, nos recuerda Martín.
“El refranero lo dice claramente. Abril tiene dos caras, y a veces ocurre esto: el anticiclón se planta al oeste de la península y no deja pasar borrascas, ni formarse DANAS, ni temporal de Levante”. Y entonces, el mes tradicionalmente lluvioso, sale vil. “Abril viene traicionero”, resume el meteorólogo.
Pero no es la primera vez que la primavera viene así. No es algo habitual, pero ya ha ocurrido antes. “Es raro, pero ocurre. Ha habido otros marzos y abriles secos. Como última esperanza, nos queda mayo”, confiesa preocupado. Y vuelve a tirar de refrán. “Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo”.
Martín no es el único meteorólogo que tira de refranero para tratar de explicar lo que ocurre, en este año de sequía. Su colega Mario Picazo recuerda otro: “Cuando en marzo mayea, en mayo marcea”. Porque, este año, recuerda el meteorólogo, “marzo fue más mayo”. Así que confía en que "mayo se convierta en un mes más lluvioso”, siguiendo el refrán.
Picazo, que actualmente es profesor en la Universidad de Los Ángeles (EE.UU.), explica que “para mayo entramos en modo NAO (Oscilación del Atlántico Norte) negativa y eso suele abrir un poco la puerta a borrascas que llegan directamente del Atlántico hacia nuestra zona del sur de Europa. Si se cumple el pronóstico, para finales de abril y el arranque de mayo, quizá podríamos tener más actividad”.
Los meteorólogos miran a mayo con cierta esperanza, pero sabiendo a la vez que, a medida que pasen las semanas, la lluvia que venga no será la misma. Ni igual de buena. “Porque a medida que nos adentremos en la primavera profunda, y entremos en verano, los frentes clásicos ‘llovedores’ irán desapareciendo”, advierte Martín. “Tendremos chaparrones fuertes, tormentas diurnas… pero eso ni llena embalses, ni humedece el suelo”, advierte Martín.
Se necesita “lluvia abundante, eficiente y eficaz, reponedora de la humedad del suelo”. Pero cuanto más avance la primavera, es menos probable que se den ese tipo de precipitaciones. Tampoco parece probable que vayan a serlo las que se vislumbran para este fin de semana.
Porque sí, este fin de semana va a llover, pero poco y en el norte. “Para el fin de semana llega un frente, asociado a una borrasca profunda que hay en las islas británicas, que entrará por la zona de Galicia y Portugal, pero se va a quedar casi toda la lluvia ahí, en el norte”, advierte Picazo Y, además, no será abundante. “Lloverá, pero poca cosa”, resume el meteorólogo. “Sólo lluvias para mojar el suelo y aliviar un poco algunas zonas. Lo de este fin de semana será un visto y no visto”.
“Tendría que llover 2 o 3 meses de forma eficiente”, advierte Martín. Sólo eso aliviaría la sequía que padecen, sobre todo, el sur y el este de España. En el norte y noroeste no hay sequía. Es “la España verde”, recuerda el meteorólogo, y, al menos de momento, lo sigue siendo. ¿Por qué? Por “esos frentes atlánticos que rozan el norte de la península, en su huida hacia las islas británicas”.
Pero Martín insiste, una y otra vez, en no perder la memoria climatológica. “La sequía es parte de nuestro clima, está en nuestros genes”. A partir de ahora, serán más frecuentes, intensas y largas, como consecuencia del cambio climático. Pero “cuando uno empieza a echar la vista hacia atrás, vemos que ya ha habido períodos de dos y tres años consecutivos de ausencia de lluvia”. Esto ya ha ocurrido antes, recuerda el meteorólogo de Meteored.
¿Qué parte de lo que está pasando ahora le corresponde al cambio climático? Martín pide “hacer estudios de atribución en España” para saberlo. Y de momento, no es muy optimista de cara a los próximos meses. “Me temo que al anticiclón nos lo llevaremos de vacaciones”.